La mediática probó suerte, pero fue duramente criticada y no se quedó callada. “No soy una muerta de hambre”, aclaró.
Pese a los peligros de estafas y robos, Morena Rial publicó sus datos en las redes sociales para ver si alguno de sus seguidores -acumula un millón solo en Instagram- le regalaba dinero. “¿A ver quién se la juega?”, preguntó entre risas junto a la clave virtual uniforme y el alias de su cuenta.
Su posteo generó muchas críticas. “Menos mal que decís que sos millonaria y estás pidiendo plata. Triste”, le dijeron, y no se quedó callada. “Ja, ja. Primero, millonaria no soy. Y segundo, es un juego. No soy una cagada de hambre como vos”, respondió filosa.
Las horas pasaron y nunca contó cuánta plata recaudó, pero anticipó que se viene la venta de sus fotos de alto voltaje en OnlyFans, donde ya se creó un perfil para compartir material junto a aquellos que quieran ver su nueva figura tras las múltiples cirugías estéticas.
En julio de 2016, Morena Rial le pidió a su padre que la llevara con un cirujano para hacerse un bypass gástrico. Estaba cansada de su cuerpo y de los comentarios hirientes que le hacían en el colegio, donde hasta llegaron a empujar por las escaleras. Tras la intervención, eligió mostrar su antes y después en las redes sociales, y se convirtió en influencer con más de un millón de seguidores.
“Puedo observarme pasando frente a un espejo sin agachar la mirada, me celebro posando en una foto grupal sin sentir la necesidad de esconderme detrás de alguien. Me abrazo todas esas veces que sonrío al ver una foto mía en lugar de llorar. Sí, sucedía. Lo hacía. Posiblemente crecer tenga que ver con ser más fuerte, aunque me gusta darme el mérito por eso. Ni los demás ni los años ni el tiempo… fui yo. Fui yo queriéndome sentir mejor, fui yo peleando conmigo misma. Fui yo luchando por poder conseguir aceptarme. Porque un día me grité tanto, me insulté tanto, que pensé ese era el fondo de mi pozo”, se sinceró en septiembre de 2020, cuando compartió imágenes de su transformación.
La hija de Jorge Rial dejó en claro que vivió épocas de mucho dolor. “Existían cosas ajenas a mí, como esos comentarios en las redes, que aun sabiendo que no tenía responsabilidad sobre eso, me culpé. Esas noches en que apreté tanto el puño de ira que sentí mis uñas lastimando mi palma y al notarlo culminó el enojo y di paso a la angustia, a esa que surge mientras me pregunto ‘por qué me hago esto. Esa oscuridad, ese fondo que estaba tocando, utilicé para dar intenso impulso a la mujer que anhelaba ser”, agregó.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 27 de diciembre, 2022 14:09
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