Días atrás se hizo tres retoques en Córdoba y quedó muy feliz con los resultados. “Valieron la pena las cicatrices”, sostuvo.
Morena Rial sigue apostando al cambio y por eso eligió volver al quirófano, donde se realizó tres cirugías estéticas. Días atrás se sometió a una bichectomía -que es la eliminación de unas glándulas de tejido graso adiposo que se encuentran ubicadas en las mejillas, justo debajo de los pómulos-, una dermolipectomía para devolverle la tonicidad a sus brazos y una liposucción en el abdomen. Contenta con los resultados, mostró su nueva figura en las redes sociales con un topless.
“Soy de mala fama y de buena vibra”, escribió junto a la imagen, que podría ser censurada por Instagram por el contenido de alto voltaje. Aunque se le ven algunas cicatrices producto del bisturí, ella aseguró que no se arrepiente de nada y que volvería a operarse.
En las últimas semanas, Morena jugó con la posibilidad de desembarcar en OnlyFans. Ya creó la cuenta e investigó sobre el tema, pero tiene miedo de que no sea lo suyo. Mientras tanto, publica postales picantes dedicadas a sus seguidores, que la felicitaron por la transformación a siete años del bypass gástrico que le cambió la vida.
En julio de 2016, Morena Rial le pidió a su padre que la llevara con un cirujano para hacerse un bypass gástrico. Estaba cansada de su cuerpo y de los comentarios hirientes que le hacían en el colegio, donde hasta llegaron a empujar por las escaleras. Tras la intervención, eligió mostrar su antes y después en las redes sociales, y se convirtió en influencer con más de un millón de seguidores.
“Puedo observarme pasando frente a un espejo sin agachar la mirada, me celebro posando en una foto grupal sin sentir la necesidad de esconderme detrás de alguien. Me abrazo todas esas veces que sonrío al ver una foto mía en lugar de llorar. Sí, sucedía. Lo hacía. Posiblemente crecer tenga que ver con ser más fuerte, aunque me gusta darme el mérito por eso. Ni los demás ni los años ni el tiempo… fui yo. Fui yo queriéndome sentir mejor, fui yo peleando conmigo misma. Fui yo luchando por poder conseguir aceptarme. Porque un día me grité tanto, me insulté tanto, que pensé ese era el fondo de mi pozo”, se sinceró en septiembre de 2020, cuando compartió imágenes de su transformación.
La hija de Jorge Rial dejó en claro que vivió épocas de mucho dolor. “Existían cosas ajenas a mí, como esos comentarios en las redes, que aun sabiendo que no tenía responsabilidad sobre eso, me culpé. Esas noches en que apreté tanto el puño de ira que sentí mis uñas lastimando mi palma y al notarlo culminó el enojo y di paso a la angustia, a esa que surge mientras me pregunto ‘por qué me hago esto. Esa oscuridad, ese fondo que estaba tocando, utilicé para dar intenso impulso a la mujer que anhelaba ser”, agregó.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 13 de diciembre, 2022 11:31
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