Espectáculos

Cerró el Festival de Mar del Plata: un film brasileño con actores no profesionales se llevó el premio mayor

Fueron diez intensos días de buen cine, encuentros, charlas y salas llenas en un regreso entusiasta a lo presencial. “Saudade fez morada aquí dentro” ganó como mejor película de la competencia internacional. Otras de las galardonadas fueron “Tres Hermanos”, “Sobre las nubes” y “Trenque Lauquen”.

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Saudade fez morada aquí dentro (o Bittersweet rain), primer largometraje del brasileño Haroldo Borges, se llevó el sábado a la noche el premio a la mejor película de la competencia internacional del Festival de cine de Mar del Plata.

La historia de la ganadora se centra en Bruno, un adolescente que pronto se quedará ciego, según le informan los médicos. Es un film de crecimiento, un coming of age, en el que las incertidumbres y exploraciones generacionales se profundizan con la inminente ceguera del protagonista, en un pequeño pueblo de Brasil. El jurado, integrado por la argentina Dolores Fonzi, mencionó el trabajo de ensamble de la comunidad de la película, con un elenco de actores no profesionales.

El equipo de la brasileña Saudade fez morada aquí dentro, Mejor Película de la Competencia Internacional. (Foto: Prensa)

En la magnífica sala del Auditorium, epicentro de los diez días de festival, se aplaudió además la mención especial para Cambio, cambio, de Lautaro García Candela, una de las favoritas de los críticos presentes.

En los primeros días del festival (que fue entre el 3 y el 13 de noviembre, atento al calendario del Mundial de Fútbol), causó gran impacto la proyección de Tres Hermanos, segundo largo de Francisco Paparella, una historia filmada en el sur que sacude por la crudeza y el nivel de violencia directa para retratar la vida de estos tres hermanos que habitan un mundo casi primitivo.

La segunda e impactante película de Francisco Paparella se llevó el Premio del Jurado. (Foto: Prensa)

En diálogo con TN, Paparella y su elenco comentaron su intención de registrar rituales de una masculinidad tóxica, en una especie de era pre deconstrucción en la que el impulso le gana a cualquier discurso.

La escena de apertura, en la que los perros de los hermanos dan caza a un jabalí, es simplemente espeluznante. Todos comentaban que, aunque sin grandes sutilezas, Paparella era un director capaz de conseguir lo que se proponía, como la imagen de esa Patagonia boscosa y dura, opuesta a cualquier postal turística, que homenajea al Fabián Bielinsky de El Aura, y que merecería algún premio. Y así fue: se llevó el Premio del Jurado.

Melisa Libenthal y Ana García Blaya, dos jóvenes directoras argentinas, recibieron el premio a la Mejor Dirección. Un reconocimiento compartido por, respectivamente, El rostro de la medusaLa uruguaya. La primera explora un enrarecimiento de la intimidad, cuando la protagonista, Marina, descubre un día que su cara cambió por completo. Entre la ficción y el documental, Libenthal propone con esa premisa una especie de indagación sobre la identidad, esa palabra que equivale a debate de época.

La Uruguaya, por su parte, es la anunciada versión audiovisual de la exitosa novela de Pedro Mairal, realizada gracias a un proceso de crowdfunding impulsado por Hernán Casciari, que estuvo presente junto al equipo artístico para presentarla. Es el segundo largometraje de García Blaya, luego de su preciosa ópera prima autobiográfica, Las buenas intenciones.

Una imagen de la película que mereció el premio a la Mejor Dirección para Ana García Blaya. Basada en la novela de Pedro Mairal, fue producida por 1.920 personas, en crowdfunding convocado por Hernán Casciari. (Foto: Prensa)

En la Competencia Latinoamericana, el premio fue para Trenque Lauquen, de Laura Citarella. Una película de cuatro horas de duración, producción de El Pampero Cine (el grupo que integran Mariano Llinás y Alejo Moguillansky) que alterna géneros e historias, con Laura Paredes como protagonista. El Mejor Largo de la Competencia Argentina fue para Sobre las nubes, la película que más entusiasmo había generado también entre los jurados de los premios independientes.

Su directora, la cordobesa María Aparicio, filmó, en esta, su segunda película, en blanco y negro, una historia coral en torno de cuatro personajes. Un cocinero, un ingeniero desocupado, una librera y una enfermera en la ciudad de Córdoba. El jurado, integrado por el programador brasileño Leonardo Bomfim, el español Gerard Casau y la directora de Cinemateca Uruguaya, María José Santacreu, destacó a la película “por proponer una épica de lo pequeño, construyendo un relato sobre la manera de no rendirse de la gente común en el escenario de crisis”.

El premio José Martínez Suárez a la Mejor Dirección fue para Leandro Listorti por el documental Herbaria, que cruza las ideas sobre la preservación de la flora y la de los archivos fílmicos, el tema de expertise del realizador.

El premio al Mejor Cortometraje fue para Carne de Dios, de Patricio Plaza, en el marco de una programación amplia que, en el rubro cortos, mostró gemas como La Pupille, de Alice Rohrwacher. Un film de 37 minutos producido por Alfonso Cuarón y distribuido por Disney en el que la realizadora de Lázaro feliz Las maravillas construye un universo dentro de una fábula, sobre un internado de huérfanas que reciben un regalo a cambio de rezar por encargo.

El estupendo corto dirigido por Alice Rohrwacher fue producido por Alfonso Cuarón. Distribuido por Disney, se espera que se pueda ver pronto en plataformas. (Foto: Prensa)

Una maravilla de las muchas que ofreció una programación diversa, atenta a lo emergente y a lo clásico, con ventana a preestrenos grandes e impulso a lo independiente. Dedicada al cine de Leonardo Favio en el décimo aniversario de su muerte, con las emocionantes funciones de sus películas presentadas por sus colaboradores, en los cortos previos a la proyección, o en vivo, por su actriz y amiga Graciela Borges.

Una edición, la número 37, que tuvo a Pablo Conde como director artístico y a John McTiernan como uno de los invitados especiales, con una charla que quedó corta en una sala que quedó chica. No va como queja, sino como muestra del entusiasmo que marcó este reencuentro cinéfilo, por fin en versión full presencial. Diez días de salas llenas, películas, charlas y viento del mar.

Fuente: TN

Esta entrada ha sido publicada el 15 de noviembre, 2022 08:47

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