Santiago Giorgini y su pareja Juli León vivieron una dramática situación el domingo pasado: se incendió el lavadero de su casa. Una semana después, el cocinero aseguró que la situación estuvo a punto de pasar mayores y que se salvaron por una cuestión de segundos. “Estamos vivos de milagro”, sostuvo.
Al aire de La Peña de Morfi (Telefe), charló con su compañero Jey Mammon y se lo notó muy conmovido por todo lo que le había pasado. “Como es mi rutina habitual, cuando terminamos el programa, voy a mi casa, llego cinco y media o seis de la tarde, me doy una ducha. En general, merendamos con mis hijas y con mi mujer o dormimos una siesta porque quedamos molidos después de un programa en vivo de cinco horas”, explicó el chef.
Con la voz quebrada, Giorgini dijo que afortunadamente sus hijas no estaban en el lugar cuando empezó a crecer el fuego. “Las chicas habían salido con sus novios, así que estábamos solos con mi mujer. ¡Por suerte! Porque lo que pasó es muy feo vivirlo y gracias a Dios ellas no estaban. Nos acostamos en la cama, la perrita estaba en el piso de abajo”, relató sobre el contexto en el que se produjo el hecho que podría haber terminado en una tragedia.
Cómo se generó el incendio en la casa de Santiago Giorgini
Durante todo su relato, Santiago Giorgini no tuvo otra intención que concientizar sobre la importancia de estar atento a cuestiones que en el día a día no se tienen en cuenta: desde la importancia de estar atento al funcionamiento de los electrodomésticos hasta desenchufarlos cuando no están en uso. “Uno siempre deja el lavarropas y secarropas funcionando, que en mi caso es uno que trabaja condensando el calor y te deja todo seco al cien por ciento”, indicó.
Y precisó: “El secarropas tuvo un desperfecto mecánico. No fue eléctrico. Y lo estoy diciendo porque tengo el diario del lunes con el informe de los peritos de los bomberos. Se clavó el motor, que funciona con unos rulemanes, y eso generó fricción, levantó temperatura e hizo que se derrita un plástico, un cable o un papel interno. Y, de ahí en más, se empezó a prender fuego todo”.
Esa situación derivó en un incendio que podría haber terminado de la peor manera. “Me lo dijo el capitán de bomberos de la policía de la Ciudad de Buenos Aires: ‘Pelado, de pedo están los dos vivos hoy acá’. No sé qué fue, el más allá, mi viejo, mi suegro, mi vieja… Pero me dijeron: ‘Flaco, todavía no te toca, despertate’”, recordó sobre el momento en que salió cubierto de hollín.
“El SAME nos puso oxígeno durante media hora y teníamos la cara negra de todo el hollín. Nos dijeron que, unos minutos más, y no estábamos acá. Lo único importante es la vida, lo demás es material”, señaló.
El cocinero explicó que tiene un seguro contra incendios y que cubrirá gran parte de las reparaciones. Además, le agradeció a su suegra porque pasará, como mínimo, dos meses en su casa hasta que pueda regresar a su hogar.
Fuente: TN