El origen no le hace mucho honor al personaje pero la historia es la historia y así fue escrita. Mafalda fue creada como imagen de una campaña publicitaria para la promoción de una línea de electrodomésticos. Quiso el destino que dos años y medio más tarde de aquella epifanía que tuvo Quino, esa nena que ha sido una de las mejores analistas de la realidad argentina le puso su pequeño cuerpo por primera vez a la tira de historietas que llevó su nombre, desde aquel 29 de septiembre de 1964.
Mafalda tiene en verdad dos fechas de nacimiento. Su padre, Joaquín Salvador Lavado Tejón, siempre contó haberla dado a luz el 15 de marzo de 1962, fecha en que la dibujó por primera vez. Pero fue 929 días más tarde que apareció impresa en una publicación. Fue en la revista Primera Plana. Y desde entonces quedó en la historia.
Sólo tuvo nueve años de continuidad en sus apariciones en medios Mafalda, entre 1964 y 1973. Sin embargo, esa niña interpeló (y lo sigue haciendo) con humor, ironía y sagacidad a toda la sociedad, con un sentido de la oportunidad y una vigencia comparables con el efecto que siguen generando los monólogos políticos de Tato Bores.
La historia de cómo nació Mafalda
Fue el sibarita Miguel Brascó quien dio el puntapié inicial a principios de los años 60. Por ese entonces, el escritor trabajaba en Agens Publicidad, una agencia que pensó la creación de una campaña que, de forma solapada, promocionara electrodomésticos de la marca Mansfield, que eran producidos por la empresa Siam Di Tella.
El plan era crear una tira cómica donde los nombres de los personajes comenzarían todos por M, como la marca, que exigía además que sus productos aparecieran de modo visible en las viñetas. Brascó le encargó la tarea de desarrollar la historieta al mendocino Quino, quien se entusiasmó con el proyecto y puso manos a la obra.
Era una serie de ocho tiras. Las ofrecieron en grandes diarios, pero fueron rechazadas porque descubrieron el ardid publicitario que tenían detrás. Así, Brascó publicó un año después tres de esas tiras en el suplemento Gregorio de la revista Leoplan. Hasta que en 1964 se abrió la puerta en la revista de actualidad Primera Plana, donde empezaron a salir con periodicidad ya sin ningún mensaje publicitario detrás.
El plan original de que todos los personajes tuvieran la letra M como inicial no se respetó. El grupo de amigos de Mafalda estaba integrado por Felipe -el nene soñador con los dientes prominentes, Manolito -el hijo del almacenero español-, Susanita -la nena acomodada y racista que proyectaba casarse y tener muchos hijitos-, Libertad -la idealista- y Guille -el hermanito que tuvo Mafalda en medio de la historia-.
En 1965, Mafalda saltó al diario El Mundo y, en 1968, al semanario Siete Días Ilustrados, donde se publicó su última tira regular, el 25 de junio de 1973, porque el autor decidió ponerle punto final. Ya van más de 49 años desde que la historieta dejó de ser publicada y, sin embargo, las reflexiones de la nena que odia la sopa siempre parecen de hace un rato.
Mafalda, una nena argentina, un símbolo global
Mafalda nació en la Argentina pero fue un verdadero fenómeno global, ya que fue publicada en 26 idiomas. La tira dibujada y escrita por Quino se editó en casi toda América Latina, pero también en Italia, España (durante la dictadura franquista con la leyenda “Para adultos”, en tapa), Francia, Alemania, Dinamarca, Portugal, Suecia, Finlandia y Grecia. También en Taiwán, donde se hallaron ediciones piratas.
Quino encontró en la nena una mezcla de inocencia con acidez que resultó entrañable. Como la mostró en una de sus tiras. Mafalda llevó a Miguelito hasta la esquina del barrio donde siempre había un policía de consigna. Parada al lado del agente, levantó la tonfa del oficial, miró al nene y le advirtió: “¿Ves? Este es el palito de abollar ideologías”.
Esa era la hija de Quino. El dibujante e historietista nació en Mendoza en 1932 y era hijo de inmigrantes andaluces. Fue bautizado Quino desde chico para distinguirlo de su tío Joaquín Tejón, que era pintor y diseñador gráfico. Ese fue el nombre con el que lo conoció el mundo entero.
Comenzó sus estudios de dibujo en la Escuela de Bellas Artes de su ciudad natal, y luego los abandonó para dedicarse al humor gráfico. En 1954 publicó su primera página de humor en el semanario Esto Es, en lo que fue el comienzo de su carrera en los medios.
Colaboró en diarios y semanarios nacionales y de otros países, como Vea y Lea, Leoplán, Rico Tipo, TV Guía, Panorama, Atlántida, Primera Plana, El Mundo, Siete Días, Triunfo (España) y la Revista Viva. Murió el 30 de septiembre de 2020. Sí, un día después de que se cumpliera un nuevo aniversario de la aparición de Mafalda, cuyo legado también se representa en grandes frases.
Diez grandes frases de Mafalda
- La vida es linda, lo malo es que muchos confunden linda con fácil.
- Como siempre; apenas uno pone los pies en la tierra se acaba la diversión.
- Sí, ya sé, hay más problemólogos que solucionólogos, pero ¿qué vamos a hacerle?
- No es que no haya bondad, lo que pasa es que está de incógnito.
- Comienza tu día con una sonrisa y verás lo divertido que ir por ahí desentonando con todo el mundo.
- ¡Que levanten la mano los que estén hartos de ver el mundo manejado con los pies!
- Si no haces cosas estúpidas cuando eres joven no tienes nada de que sonreír cuando estás viejo
- El problema de las mentes cerradas es que siempre tienen la boca abierta.
- Yo no quiero a mi inflación, ¿y usted?
- ¿No sería más progresista preguntar dónde vamos a seguir, en vez de dónde vamos a parar?
Fuente: TN