La Reina Isabel II murió de ‘vejez’ según su certificado de defunción. El documento publicado por National Records of Scotland señaló la hora de la muerte de la Reina el jueves 8 de septiembre a las 3:10 p.m.
Al rendir homenaje a su madre, la princesa Ana reveló que estuvo con la reina en sus últimos momentos. Ana, quien acompañó el ataúd de su madre en su viaje de Balmoral a Londres, por Edimburgo, dijo: “Tuve la suerte de compartir las últimas 24 horas de la vida de mi querida madre”
La princesa es nombrada como la “informante” en el documento y habría notificado en el registro local la muerte de su madre.
Con el paso de las semanas, se conocieron más detalles del momento de la muerte de la reina y quienes la acompañaron en el final de su vida. Los cuatro hijos de la reina estaban en el castillo de Balmoral cuando se hizo el anuncio. Carlos se apuró a llegar al castillo escocés junto con su esposa, Camila, ahora reina consorte. La hija de la reina, la princesa Anna, conocida como la princesa real, ya estaba allí. En tanto, el príncipe William, quien ahora es el heredero al trono, llegó a Balmoral por la tarde junto con los otros dos hijos de la reina, el príncipe Andrew y el príncipe Edward, así como la esposa de Edward, Sophie, la condesa de Wessex. Por su parte, el príncipe Harry llegó a Balmoral después de que se hiciera el anuncio. Su esposa Meghan, duquesa de Sussex, no viajaba con él.
La reina fue enterrada el 19 de septiembre, luego de 70 años de servicio, después de que la familia, los amigos y la nación se despidieran de la monarca. Para la mujer que nunca tuvo la intención de ser soberana, la Reina cumplió su promesa de servir a la nación y la Commonwealth y se ganó el respeto de muchos, desde líderes mundiales hasta el público.
Miembros de la familia real y dignatarios se reunieron en la Abadía de Westminster para el funeral. Presidentes, primeros ministros, príncipes y princesas, y otras figuras públicas se sentaron uno al lado del otro para presentar sus últimos respetos. El funeral, que sirvió como servicio estatal y religioso, y marcó la culminación de 10 días de luto.
Decenas de miles de personas acudieron en masa a las calles alrededor de la Abadía de Westminster y a lo largo de la ruta de la procesión de más de 10 kilómetros desde el centro de Londres hasta Windsor, con la esperanza de ver el ataúd cubierto con la bandera de la soberana mientras viajaba en un coche fúnebre hacia su lugar de descanso final.
Fuente: TN