De aprender el oficio de carpintero para poder mantener a su familia, a convertirse en uno de los actores más icónicos de Hollywood. Esa es la interesante historia de Harrison Ford, quien logró convencer con su carisma a directores de cine de la talla de George Lucas y Steven Spielberg.
Harrison Ford nació el 13 de julio de 1943 en Chicago, Estados Unidos. Luego de una adolescencia normal, en el seno de una familia religiosa, se incorporó en 1960 a la Universidad de Ripon por insistencia de sus padres. Allí empezó a estudiar literatura inglesa y filosofía, aunque luego pasó al área de arte dramático.
Tres días antes de la entrega de diplomas, en 1964, regresó a su hogar, porque sabía que no recibiría uno. Meses más tarde, se casó con Mary Marquardt, una actriz que había conocido en la universidad, y juntos se mudaron a Los Ángeles con el objetivo de ganarse un lugar en la industria cinematográfica.
No obstante, nada resultó como planeaban en un comienzo. Aunque logró firmar un contrato con Columbia, el salario era de apenas 150 dólares semanales. Hizo de extra en algunas películas de bajo presupuesto y su nombre ni siquiera aparecía en los créditos finales. Poco después, cambió de estudio y se unió a Universal, pero nada se modificó: siguió interpretando pequeños papeles.
Harrison Ford: de carpintero a tener un papel con George Lucas
Fue en ese momento cuando decidió cambiar de rumbo. Mientras realizaba unos trabajos en su casa, se dio cuenta de que tenía posibilidades de crecer con la carpintería. Aprendió ese oficio y comenzó a hacer algunos trabajos para gente que conocía, mientras aceptaba cualquier papel en series televisivas, como F.B.I (1969) o La Ley del revólver (1972). Es que para entonces había nacido su segundo hijo y necesitaba todo el dinero posible para mantener a su familia.
Uno de los clientes que tuvo como carpintero fue Fred Roos. Fue justamente ese director de reparto de Universal quien le presentó a un entonces desconocido director de cine que le cambiaría para siempre su vida: George Lucas.
Así fue como en 1972, Ford interpretó el papel de Bob Falfa en American Graffiti, la segunda película de Lucas. Aunque tuvo un gran éxito en taquilla, el actor había acordado una salario de apenas 600 dólares. Por eso, no abandonó su oficio de carpintero, pero renovó su motivación actoral.
Harrison Ford y su llegada a “Star Wars”
En 1976, Lucas le pidió que lo ayudara para el casting de su próximo fime: Star Wars. No le ofreció ningún papel porque no quería repetir las caras de American Graffiti. Entonces, Ford leyó parte de los diálogos con los casi 100 actores que se presentaron a la audición. Finalmente, le propusieron que él mismo hiciera la prueba y quedó seleccionado para interpretar a Han Solo, por encima de competidores como Kurt Russell, Nick Nolte, Al Pacino, Christopher Walken y Richard Dreyfuss.
Ese fue su primer gran éxito. La película se convirtió en la más taquillera de 1977 en Estados Unidos y Ford recibió 650.000 dólares por su participación. Fue entonces que se retiró para siempre de la carpintería y se metió de lleno en su carrera cinematográfica.
A finales de los 70, George Lucas y Steven Spielberg comenzaron a trabajar juntos en una producción que no pasaría desapercibida:Indiana Jones. Spielberg pensó en Ford para el papel protagónico, pero Lucas se opuso porque temía que el público lo recordara como Han Solo.
Por eso, escogieron a Tom Selleck para encarnar al arqueólogo aventurero, pero no aceptó porque tenía un contrato con la serie Magnum P.I. Entonces, Lucas cedió ante las insistencias de Spielberg y Ford se convirtió en Indiana Jones.
La primera película de la saga fue En busca del arca perdida, que se estrenó en 1981. Luego le siguieron: El templo maldito, La última cruzada y El Reino de la Calavera de Cristal. Sin embargo, Ford aún no abandonó su histórico papel: a comienzos de 2020, se anunció la producción de un quinto filme, que podrá verse desde junio de 2023.
Fuente: TN
