La nueva película de Marvel también tiene a Christian Bale en el rol de un villano.
“Ella tiene una sonrisa que se parece a la mía. Me trae recuerdos de mi niñez, donde todo era tan limpio como el brillante cielo azul”. La letra de “Sweet Child O’ Mine” de Guns N’ Roses, cortina de Thor: amor y trueno, resume parte del espíritu de la película de Marvel, que tiene como eje al regreso de Natalie Portman como Jane Foster y al debut de Christian Bale como el villano Gorr.
El director Taika Waititi hizo una de las historias más personales para ese universo en el que unió tres de sus fortalezas cinematográficas: las fábulas para niños, el humor y la sensibilidad del amor.
Sin embargo, Thor: amor y trueno no logra tener la dinámica uniforme que tuvo su predecesora, Thor: Ragnarok, donde la trama casi orquestal encajaba a la perfección con la estructura de cada personaje. Esta vez, hay piezas que encastran, al menos, de manera extravagante.
Thor: amor y trueno es la película 29 del universo Marvel, que está metida en la Fase 4 de ese grupo de films. Si bien hay conexiones directas a otras películas “primas”, todas las que se mencionan sirven solo como comentarios o referencias: ninguna interviene 100% en la trama.
El argumento del film encabezado por Chris Hemsworth tiene al protagonista reconstruyendo su espacio como héroe del espacio con los Guardianes de la Galaxia, mientras en la Tierra los asgardianos sobrevivientes intentan vivir en su nueva ciudad.
Thor descubre que un villano llamado Gorr está matando a todos los dioses del universo. Entonces, su gran compañera Valquiria, Korg, y su exnovia Jane Foster -que regresa a la saga- lo ayudarán a buscar a su enemigo para evitar un desastre mayor.
En parte, Waititi quiso tocar un poco el origen de Thor, con la solemnidad del poder de los Dioses como eje diagramador del argumento, pero sin dejar de lado el humor. Esta última característica es clave en su filmografía.
En varias oportunidades, los gags y chistes todavía funcionan. A pesar del recurso reiterado, los cameos de Matt Damon y Luke Hemsworth son logradísimos, con un agregado: esta vez aparece Sam Neill. A ese universo estelar, además, se suma Russell Crowe, como un Zeus completamente narcisista. Otro acierto.
Pero hay momentos que no se ven como siempre. Uno de ellos tiene que ver con la construcción del personaje principal de Chris Hemsworth. Muchos de sus tics ya se saben de memoria y son redundantes. Hay una posible explicación: a Thor le falta Loki y Hulk.
La empatía de Thor con Star-Lord no es la misma que pudo construir con los otros dos personajes, que en esta oportunidad no son de la partida.
Además, el héroe galáctico encarnado por Chris Pratt solo aparece pocos minutos al comienzo, con lo cual, Hemsworth se monta él solo la base de los chistes, con el riesgo que eso tiene.
Al margen de esa chispa algo chamuscada, pero igualmente visible, sí hay una pieza que definitivamente encastra muy raro en toda la estructura: la de Christian Bale.
La figura del actor aparece, al comienzo, fuerte, como un villano que da miedo en serio. Pero con el correr de los minutos, el histrionismo del ex Batman va tomando impulso y su oscuridad se transforma en un compendio de gestos sobreactuados que restan. En lugar de ver al malvado “matadioses”, se ven los hilos más finitos que despliega Bale.
Más allá de las fallas, lo más importante es el espíritu noble que Waititi mantiene en una película tan mainstream en la que solo quiere contar una fábula para nenes. Eso está intacto.
Sin dar mayores precisiones que lancen spoilers innecesarios, el rol que tienen los chicos es el mismo que forjaron en muchas de la lista de films del realizador como Jojo Rabbit, Hunt for the Wilderpeople y Boy, por ejemplo.
Esa mirada adulta de la niñez que muestra Waititi, también la tiene con el amor. Por eso, es relevante el rol de Portman, que no solo es Jane Foster, sino que se transforma en una Mighty Thor resplandeciente nacida desde el sufrimiento.
La letra del tema de los Guns, finalmente, hace lo suyo: “Odio mirar en esos ojos y ver una onza de dolor. Su pelo me recuerda a un lugar cálido y seguro, donde me escondería como un nene y rezaría para que el trueno y la lluvia, pasaran de largo silenciosamente”.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 6 de julio, 2022 11:28
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