Clemente Zavaleta, el primogénito de la Trilliza de Oro María Emilia Fernández Rousse, abandonó la terapia intensiva a más de 30 días de su grave accidente en Palm Beach, según informó La Nación. El polista había tenido una caída en plena competencia y tuvo que ser sacado del lugar en helicóptero.
Corchito, como le dicen sus familiares, sufrió una lesión en el tronco encefálico y la fractura de varias costillas. Además, tuvo sangrado en uno de sus pulmones y permaneció inconsciente durante 15 minutos por el golpe.
En la clínica su cuadro se complicó, ya que se vio afectado por un virus intrahospitalario que retrasó la recuperación. Horas después del accidente, su madre viajó a Estados Unidos para acompañarlo en este duro momento. Días más tarde se sumó su hermana María Laura, con quien rezó de forma incansable esperando un milagro para el joven.
Cómo fue el accidente de Clemente Zavaleta
A mediados de marzo, Clemente Zavaleta sufrió un fuerte golpe con un contrincante durante un partido de polo. Estuvo inconsciente por 15 minutos y debió ser trasladado a un centro médico en helicóptero. El parte médico oficial detalló que tuvo una lesión en el tronco encefálico, se fracturó varias costillas y uno de los pulmones le sangró.
Al llegar al centro médico, fue inducido al coma y operado de urgencia para drenar un coágulo que se le formó en la cabeza. Su estado llegó a ser crítico.
Cuando ocurrió todo, las Trillizas de Oro se encontraban en compañía de su madre disfrutando unos días de playa en Mar de Cobo. La noticia tomó por sorpresa a María Emilia Fernández Rousse, que no perdió tiempo y sacó un pasaje para viajar a los Estados Unidos y acompañar a su hijo.
“Gracias por los miles de mensajes que nos llegan por todas las vías de contacto. El amor y la buena energía se sienten, y mucho. La fe, junto al amor, son las fuerzas más potentes del mundo”, dijeron las hermanas.
Con una foto en blanco y negro del polista abrazando a sus padres, hicieron un pedido muy especial: “Sin importar la religión que se practique o crea: ayudan, sanan y hacen milagros. Sigamos rezando, cada cual a su Dios, por el Corchito. Gracias a todos”.
Fuente: TN