La mujer dio detalles de una de las experiencias más difíciles de su vida a partir de la relación que mantuvo con el astro hace 20 años. Reveló además que la obligó a operarse los senos.
Se conoció la segunda entrega de la entrevista en la que la cubana Mavys Álvarez habló de la relación que mantuvo con Diego Maradona, cuando ella tenía apenas 16 años. En el segmento dado a conocer esta vez por el Canal América Noticias, de Miami, el segundo de cuatro, la mujer que hoy tiene 37 años aseguró que incursionó en el consumo de las drogas porque él se lo pidió muchas veces y que luego “no podía salir, ya era una adicta”.
Cabe recordar que todo comenzó allá por el año 2000, cuando Diego Maradona se encontraba en Cuba para desintoxicarse de sus adicciones. Allí su entorno le presentó a Mavys Álvarez luego de interceptarla en una calle de Matanzas, barrio de Cuba, una tarde en que la vieron caminando, bajaron de un coche y le preguntaron su quería conocer al astro. Ella dijo que no en primera instancia, pero luego accedió y desde entonces mantuvo un amorío con el exfutbolista fallecido el pasado 25 de noviembre.
Por esa relación, dijo, vivió los años más intensos de su vida cuando era menor de edad. Drogas, fiestas sexuales, una operación de senos que ella no habría querido, pero a la que Diego la habría obligado, en esta segunda parte de la entrevista que impactó al mundo.
Diego llegó a la isla cuando Mavys tenía 16 años. Había planificado una estadía de seis meses, pero permaneció allí cinco años. Su colapso por exceso de drogas y alcohol de fin del año 1999 llevó a su entorno a tomar la decisión de hacer un tratamiento debido a que las consecuencias de este episodio lo tuvieron al borde de la muerte y así ingresó a una clínica de Punta del Este.
Una vez con el alta tras superar una “crisis hipertensiva y una arritmia ventricular” que lo mantuvo internado durante dos semanas, y de que los médicos del Sanatorio privado Cantergil evitaran su muerte por sobredosis a los 39 años, partió a Cuba.
“No quiero dejar este mundo. Voy a luchar para seguir viviendo”, dijo Maradona cuando salió de la clínica. Tres semanas después llegó a La Pradera, La Habana. Diego bajó del avión en muy mal estado, con sobrepeso, dificultad para caminar y con notables discapacidad para expresarse.
Desde que llegó y hasta que se fue, en 2004, las noticias que llegaban desde Cuba de un Diego Maradona incontrolable, de sus participaciones en fiestas con alcohol y estupefacientes, con peleas con las enfermeras del lugar al que había ido para desintoxicarse y hasta de un serio accidente tras chocar su auto contra un colectivo urbano por el que sufrió una importante herida en su pierna izquierda, eran moneda corriente.
En esa época fue cuando trabó su gran amistad con Fidel Castro, a quien admiraba, y a quien terminó por tatuarse en una de sus piernas y al Che Guevara en el hombro.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 29 de septiembre, 2021 07:27
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