Cuando se enteró de que un cortocircuito produjo un incendio en “El Refugio de Eli”, una organización sin fines de lucro ubicada en la ciudad de Adrogué, Santiago Maratea no fue indiferente: decidió que su reconstrucción sea el objetivo de una nueva campaña solidaria. “¿Cuánta plata hay que juntar? Básicamente, 10 millones de pesos”, anunció en sus redes. Apenas una semana después, la recaudación está completa.
Feliz porque ya juntó el dinero necesario para ayudar a la mujer y a los animales a los que cuida, el influencer compartió la noticia con sus seguidores. “El jueves voy a conocer a Eli, vamos a ir a conocer el terreno junto a Mami Albañil. Arranca la construcción de la casa, que para mí es la parte más divertida”, adelantó. Sin embargo, la alegría no fue total porque no cumplió otra de sus metas.
Lo cierto es que el mismo día en el que comunicó la iniciativa solidaria para “El Refugio de Eli”, también dijo que apuntaba a juntar 5 millones de pesos para una causa muy especial: ayudar a un joven de 25 años -que tiene una hija y ofrece cortes de pelo a cambio de materiales de construcción- para que pueda terminar su casa. Lamentablemente, Santi se juntó con él y se dio cuenta de que la situación era más compleja de lo esperado.
“¿Qué pasó? Me encontré con que Fabián no tiene un terreno y vive con los padres. Además no puede tener cosas a su nombre porque tiene muchas deudas. Comprar una casa no es tan fácil, porque llega la AFIP y te pregunta qué onda”, relató. Y agregó: “Hablé con él y le dije ‘para que vos puedas tener una casa, tenés que tener en orden los papeles y los vínculos con tu familia’”.
A pesar de que no podrá darle la mano que esperaba, tuvo un gesto muy valioso: le dio el efectivo para que cancele una deuda importante. “Se compró una moto para hacer delivery y se la robaron”, explicó. Y desarrolló: “Le dije ‘te doy las 70 lucas para que puedas organizarte, tenés que lograr un orden que a mí me excede’. El chabón es un crack. Le dije que confío en él y vi que quiere progresar”.
Este tipo de obstáculos que se presentan en cada campaña llevaron a que el instagrammer reflexione sobre su vocación solidaria. “Eso es algo que voy aprendiendo colecta a colecta. Lo complicado es hacer los trámites, sea comprar una casa, una camioneta o un avión”, enumeró. Y, reconociendo los impedimentos burocráticos que se interponen constantemente, concluyó: “Hoy la reflexión se viene sobre cómo si no logro estructurar lo que hago, tarde o temprano, se va a caer”.
Fuente: TN