Rocío Marengo y Eduardo Fort viven en un lujosa y espaciosa casa. Aunque la mediática no abrió las puertas de su hogar para ninguna nota, muchas imágenes se filtran a través sus posteos diarios. Habitaciones amplias, una moderna decoración y un bellísimo parque son algunos de los detalles que llaman la atención de sus seguidores.
Siempre activa en su perfil de Instagram donde reúne más de 850 mil seguidores, Marengo comparte imágenes de su día a día, modela looks y se muestra haciendo las tareas del hogar.
Es a través de estas postales que puede reconstruirse la casa de dos plantas. Con enormes ventanales a modo de paredes, en el interior del hogar predominan los colores cálidos y piso de parqué. Además, la decoración se caracteriza por ser sobria y moderna.
Entre los espacios se destacan una amplia habitación con vestidor, un hermoso living-comedor que tiene mesa, sillas y sillones engamados y una araña.
Como no podía ser de otra manera, a la exparticipante de MasterChef Celebrity Chile y Argentina tiene una hermosa y amplia cocina.
Afuera cuenta con un amplio jardín rodea la casa se encuentra uno de los rincones preferidos de la mediática: la pileta y el solárium.
La historia de amor
Aunque los perfiles de Marengo y Fort son muy distintos -ella elige la exposición mediática y él opta por el anonimato- se muestran como una pareja más que consolidada. Por lo que con el correr del tiempo, ella abandonó el hermetismo para comenzar a compartir algunos detalles de su vida con el empresario.
Tal es así que en su primera aparición en la pista de ShowMatch, La Academia dejó deslizar que su novio podría acompañarla en alguna oportunidad. “Va a venir. Lo único que me pidió es que no bese”, dijo y recordó que una década atrás cuando participó en el Bailando lo había hecho.
Ante la sorpresa de todos en el piso ella contó que la coach Verónica Pecollo está al tanto y lo tiene en cuenta a la hora de marcar las coreografías: “Lo único que me pidió, pobre hombre, bastante que me banca”.
En esta misma línea en su paso por Lo de Mariana (eltrece) le preguntaron: “¿No le molesta el toqueteo? Que te levanten, que te den vuelta. Porque en los trucos, por ahí hay una mano rara”. “Sí, pero no se dio cuenta… No des ideas, por el momento, lo único que me pidió es eso. Es un poquito celoso y yo también, obvio”.
Fuente: tn.com.ar