Este viernes Jorge Rial se tomó los últimos minutos de su programa para despedirse de TV Nostra (América). El ciclo que inició el 5 de abril pasado, llegó sorpresivamente a su fin y conmovido, el conductor le dedicó unas palabras a sus colegas e hizo un contundente mea culpa al aire. “Les pido disculpas por haberlos decepcionado”, expresó
“Tomé la decisión de terminar TV Nostra con todo el dolor del mundo. A veces uno de este lado de la pantalla se sobrevalora, piensa que está para otra cosa, o que sabe lo que el otro quiere. Es algo muy natural en nosotros”, comenzó.
Lejos de enojarse con el contexto o el público, el conductor reafirmó la decisión que tomó hace unos meses cuando decidió dejar Intrusos para encarar el desafío de un nuevo programa de actualidad política.
“Lo hice feliz de la vida, haciendo una apuesta personal, creyendo que las circunstancias daban para un programa más distendido, o meterse más en política, tal vez en la ironía… No lo logramos, no lo logré en realidad, porque esto es responsabilidad absolutamente mía y de nadie más”, señaló.
Acto seguido agradeció y elogió a los panelistas que lo acompañaron durante este tiempo: “Marina Calabró fue la primera que convoqué porque sé la calidad no solo de persona sino de profesional. Diego Ramos dio más de lo que yo esperaba. Brillante como colaborador. Ángela Lerena que es alguien muy importante para debatir con altura y con conocimiento en la televisión”.
Tras reconocer que el rating no lo acompañó, aseguró que los números no fueron el problema e hizo hincapié en que fue una decisión personal.
“Yo podría poner mil excusas que son lo más fácil de televisar, pero no hay culpas. Fue una responsabilidad mía”, reafirmó. En este sentido, pidió perdón a sus compañeros, a los técnicos y a los televidentes: “Les pido disculpas a cada uno por haberlos decepcionado. No era mi intención”.
Hecho el descargo, contó que piensa tomarse un tiempo para rever aciertos y errores: “No quiero echarle la culpa a los demás. Los que hacemos televisión somos responsables. Esto es como los técnicos de fútbol, no le voy a echar la culpa a los jugadores. Tuve los mejores delante y detrás de cámara”. “Me pusieron una Ferrari y la choqué. Pero todavía tengo un seguro: recapacitar”, concluyó.
Sabiendo que sus palabras no iban a pasar inadvertidas, reconoció: “Sé que abro una puerta al infierno con todo esto y están en derecho de opinar lo que quieran porque viví siempre de lo que ustedes opinaban”.