Con estrictas medidas sanitarias, el público “apludió” a los bocinazos.
“Tienen que seguir el ritmo con las luces o las bocinas”, le dijo Coti, con una sonrisa, al público que asistió al primer “autoconcierto”, esta nueva modalidad que permite el regreso de los shows en vivo con gente presente desde sus coches a metros del escenario.
En doble función -la primera para prensa e invitados, la segunda para fanáticos-, en la costa del río en Martínez, el compositor desplegó su arsenal de hits en un recital que representa una puesta en marcha para los trabajadores de una industria fuertemente golpeada por la pandemia de coronavirus.
Junto a Los Brillantes, Coti tocó clásicos como “Antes que ver el sol”, “Nada fue un error” y la reciente “Por ahí” para fanáticos desplegados en cinco hileras de autos, que podían sintonizar el audio de alta calidad a través de un dial específico del estéreo. Con una amplificación pequeña, y gracias al incesante viento del Río de la Plata, el show también se pudo disfrutar con las ventanillas bajas.
Sin aplausos, las bocinas no paraban de sonar al final de cada canción, y ante la falta de pogo, varios disfrutaron de la música sentados en las ventanas de sus autos. Durante “Luz de día”, Coti bajó del escenario y se puso a cantar mientras caminaba entre los coches. El público respetó las medidas sanitarias y continuó disfrutando de la canción desde la comodidad de sus asientos.
Esta nueva experiencia -sumada a los conciertos por streaming– son las variantes que encontró la industria musical para que sus trabajadores puedan volver a contar con un ingreso, a casi seis meses de haber frenado todas las actividades por el aislamiento social obligatorio.
Los protocolos para ver el show
Antes de ingresar al predio, se tomó la temperatura e higienizó las manos de cada uno de los ocupantes de los 90 autos permitidos para estar en el predio. Una vez estacionados en su lugar, las hileras se separaron con tres metros de distanciamiento para facilitar la salida en caso de emergencia.
Para ingresar a los baños del predio, se debía poner balizas y la persona era acompañada por personal del establecimiento hacia el baño, donde se le volvía a tomar la temperatura y se permitía el ingreso. Al terminar, era escoltada hacia su vehículo y se procedía a la desinfección. Para evitar la circulación de gente, hubo un servicio de whatsapp que permitía comprar bebidas y comida.
Se usaron como fondo los camiones pantalla en los que habitualmente se proyectan las películas en el Autocine al Río. El escenario tenia once metros de ancho por seis de profundidad, para que entre los músicos también pudieran cumplir las normas de distanciamiento social.