Sergio Verón celebró la llegada de sus hijas adoptivas: “El amor nos desbordó”

El preparador físico y su pareja pudieron compartieron una imagen de la llegada de sus hijas. 

Sergio Verón se animó a contar por primera vez en la mesa de Mirtha Legrand con Juana Viale, su deseo de ser padre y adoptar a dos nenas de 9 y 11 años. Su historia conmovió a la conductora y al público ya que relató con lujo de detalles el cariño y el amor que le brindó a sus hijas en cada una de las meriendas que tenían en la casa de guarda. Esta vez, después de mucha espera, se dio el reencuentro.

“El primer día, cuando las vimos, yo quería ir y abrazarlas. Y entonces, bueno, cómo hacemos, choco los codos, era una cosa como tan distante. Y en un momento  le hablan al oído a la asistente social y me dice ‘las nenas piden un abrazo'”, expresó Verón sensibilizado con Juana Viale. Sergio Verón se encuentra en pareja con Franco, hace más de una década y decidieron después de mucho tiempo, formar una familia. 

En su momento, Verón reconoció que el proceso de adopción no es fácil haciendo alusión a Marcelo Polino: “Hay niños que están en espera en los hogares y cuando uno va deben estar pensado ‘¿me vendrán a buscar a mí?’. Cuando uno entra en ese mundo se encuentra con que hay niños que llegan a la mayoría de edad y nunca fueron adoptados”.

Ahora, con una imagen de los carteles de bienvenida en su casa, las nenas finalmente pisaron su hogar definitivo. “Y un día tomamos la merienda, hicimos tarea del cole, jugamos, hicimos guerra de almohadas, pensamos cómo sería la habitación con lindas camas y sábanas divertidas, planificamos una piyamada, saltamos, jugamos con Pancha, le hicimos mimos a Tita y reímos sin parar”, comenzó conmovido.

“Todo eso hubiese sido imposible sin amor; y quedó en evidencia que fue el amor lo que nos desbordó”, agregó.

“Allí fue cuando se puso de manifiesto que los lazos de sangre no son determinantes para constituir profundas relaciones de amor. La adopción implica ese maravilloso “doble” proceso; el de unos papás que adoptan a niñas como hijas, y el de esas maravillosas niñas que adoptan a unos papás como padres. Donde no es la sangre, sino el vínculo con presencia, paciencia, disposición y amor, lo que consolida y cimienta una familia”, remarcó.