La actriz se refirió en La Noche de Mirtha al modo de crianza libre de categorizaciones que eligió para Ámbar (17), Silvestre (12) y Alí (8).
Cultora del perfil bajo y amante de la vida relajada, Juana Viale siempre se preocupó por resguardar tanto su intimidad como la de sus hijos, a quienes no muestra en sus redes. De hecho, la actriz fue una de las primeras figuras en pedir a la Justicia que los medios no difundieran la imagen de su hija Ámbar. Así fue como su hija mayor, de 17 años, como Silvestre (12) y Alí (8), vivieron una infancia libre de flashes y exposición mediática.
Y ahora, Juanita sorprendió al dar a conocer una faceta desconocida de su vida privada y contó que desde siempre eligió para los tres una crianza alejada de los estereotipos de género, para propiciar que crecieran con una mentalidad abierta, libre de categorizaciones. Así lo dijo en La noche de Mirtha, donde relató algunas situaciones que vivió con sus chicos que dan cuenta de la educación sin etiquetas que quiso para ellos desde que nacieron.
Todo empezó cuando surgió el tema de los estereotipos de género, que dio para que Juana Viale relatara lo que vivió varias veces cuando Ámbar era bebé. La nieta de la diva comentó que, al nacer la niña, a sus 20, su hermano Rocco era tan chico que su madre Marcela le pasó toda la ropita, en su mayoría celeste. “Yo a mi hija la vestí de celeste desde el día uno, además nunca le puse aritos, y no le cortaba el pelo”. Situación que, señaló, más de una vez provocó confusión en la gente. “Cuando salíamos me decían: ‘¡Ay! Que lindo nene’, y yo les respondía que no era nene sino nena. ‘Pero está vestida de celeste…’, me contestaban”, recordó.
En este sentido, la conductora reemplazante del ciclo de eltrece reveló que a los varones tampoco les cortó el pelo hasta los cinco años, porque le encantaban “esas plumas” que les crecen. “Al más chico, Alí, a veces le preguntaba si no quería que le haga un rodete. ‘No. Soy nene, no nena’, me contestaba. Tenía el pelo largo, pero siempre fue súper varonil“, dijo sobre el hijo menor que tuvo con el actor chileno, su expareja, Gonzalo Valenzuela.
Juana contó que, gracias a esa crianza libre, luego fueron ellos los que empezaron a marcarle cosas a ella, y relató una secuencia en un ascensor. Resulta que, cuando estaban por bajar, Silvestre se adelantó a una pareja mayor para salir primero y su mamá le explicó que, en esos casos, había que cederles el paso a los mayores. Mientras, su hija mayor seguía atenta la escena. Y cuando el nene preguntó por qué tenía que hacer eso, Juanita le respondió: “Porque es un acto de caballerosidad”. “Ahí mi hija me miró y me cuestionó por qué agregué la palabra ‘caballerosidad’. ‘Bueno, es un gesto nada más’, les dije”, terminó su anécdota.
Fuente: TN