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Tres propuestas para la cuarentena: arte, terapia online y literatura argentina

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Te ofrecemos algunas ideas para sobrellevar el aislamiento de la mano de John Berger, una serie imperdible y un nuevo proyecto del CCK.

Mirar, por John Berger

John Berger inauguró varias cosas. La presencia de un intelectual al frente de un programa de televisión de divulgación cultural. La reflexión sobre la mirada humana y, más precisamente, sobre los nuevos modos de ver el arte, combinado con la vida. Al escritor, crítico de arte y pintor, que murió en 2017, le interesaron, por supuesto, las artes visuales, la fotografía, la filosofía, la historia, el dibujo, pero siempre en su raíz con el conflicto humano, en su espanto y su eventual poder de belleza. El misterio de la pintura tiene, para Berger, ecos en el de nuestra vida. Como muestra, conviene releer siempre su versión libro, el sorprendente “Mirar”, que abre con uno de sus ensayos más inolvidables: “Porqué miramos a los animales”.

Guapo, elegante, erudito, Berger rompió moldes con una serie llamada, precisamente, Formas de mirar/Ways of seeing, de 1972. La buena noticia, para los que están con ganas de conectarse con las bellas artes más allá de pasar fotos en los portales de los museos, es que puede verse íntegra en YouTube. Producida por la BBC, y con subtítulos en inglés pero conseguibles en español, mantiene su capacidad de asombrar como una guía única acerca de la modernidad, de las necesidades estéticas y sociales de nuestra experiencia. En la mirada de quien fue un gran novelista y guionista, pero por encima de todo, un extraordinario crítico al que le interesaba todo.

Pensar (la cuarentena), por escritores argentinos

“Estamos amputados de ciudad -escribe Martín Kohan-. Pasan los días, los pasamos sin salir, y vamos sintiendo progresivamente eso: que la ciudad le falta, no a uno, sino al cuerpo (el cuerpo que uno es, el cuerpo que uno tiene, el cuerpo en el que uno está). Es ella la quitada de nosotros (por eso escribo: amputados de ciudad) y no solamente nosotros los que somos quitados de ella. Estamos en casa y el cuerpo se transforma. Porque el cuerpo, si es cuerpo de sujetos urbanos, está hecho en la ciudad, está hecho de ciudad. Es casi su creación“.

Y claro, uno no puede dejar de leer su Había una vez un cuerpo, que discurre entre Walter Benjamin y Marcelo Tinelli, y se mete en las capas diversas de eso que se ha vuelto territorio de batalla y arma mortal: el propio cuerpo. En su vínculo con el espacio colectivo que habitamos, amando y odiando en el círculo de la rutina cotidiana, y del que ahora faltamos. Igual de rico, y simpático, es su comentario sobre lo doméstico resignificado, con nuestras mascotas un poco desconcertadas (aunque, a estas alturas, ya habituadas a la presencia invasora de sus amos) y nuestra nueva relación con las paredes.

Son apenas algunas de las entradas, que se renuevan todo el tiempo, de esta buena idea que puso en marcha el CCK online, llamada Pensamiento ya!. Una especie de blog en el que cinco escritores (además de Cohan, Mariana Enriquez, Gabriela Cabezón Cámara, Camila Sosa Villada y Pedro Saborido) comparten sus reflexiones sobre los extraños tiempos que corren, como un diario a varias manos, en el que caben pensamientos e imaginaciones sobre y desde la cuarentena.

Web therapy

Ahora que muchas sesiones de terapia continúan online (y habrá que ver si recuperan el modo físico cuando esto pase) vale recordar la simpática propuesta que se anticipó al fenómeno desde la ficción. Web therapy, seis temporadas, que arrancaron en 2008, tuvo a la Phoebe de Friends, Lisa Kudrow, en la piel de Fiona Wallace, y un formato que parece robado de esta coyuntura: diálogos en la pantalla partida, con cada interlocutor en su casa. Son capítulos muy breves, como pastillas que corresponden a la particularidad de la terapeuta.

Es que Fiona es bastante mala en lo suyo. Le cuesta escuchar, concentrarse, prestar atención y reprimir las digresiones personales. Atenta a su propia limitación, es que da con la brillante idea, funcional para unos y otros: sesiones de tres minutos, como un chapa y pintura psicológico para gente que, bueno, tampoco tiene mucha capacidad para más. Claro, del otro lado pasa de todo, y de todos: sus excompañeros de Friends, en atormentados personajes, Gwyneth Paltrow como una profe de yoga bastante dislocada o el colorado Conan O’Brien, rogando por que el cholulo asistente de su “psi”, que se mete en cámara para saludarlo (!) mantenga el secreto profesional.

Fuente: tn.com.ar

Esta entrada ha sido publicada el 20 de abril, 2020 09:47

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