Un cartel, un número de teléfono y su foto. Es la estética que usó la cantante para promocionar su nuevo tema. La iniciativa desató cruces y polémicas.
El uso de una imagen provocadora, la de Jimena Barón en un afiche publicitario que replica la estética de la oferta sexual en departamentos privados, generó una tormenta de condenas y opiniones cruzadas. Puso de manifiesto un debate que se da incluso dentro del feminismo. Hay dos posiciones contrapuestas. Mientras un sector lo considera un trabajo -y por lo tanto apoya su sindicalización y reclama por derechos-; otro habla de una forma más de la explotación de la mujer y la trata de personas.
Integrantes del sector más crítico aseguran que la sindicalización de las trabajadores sexuales favorece el sometimiento y acusan a quienes militan estos reclamos de complicidad con redes de tratantes y proxenetas.
Sin embargo, las integrantes de AMMAR (Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina) están en la vereda opuesta. Opinan que el trabajo sexual puede ser una elección. Y que, aun cuando no sea así, está bien respaldar a quienes lo ejercen, para que no sean maltratadas, hostigadas ni explotadas económicamente.
Mujeres que trabajan como prostitutas o escorts dicen que se trata de una ocupación que les permite independizarse, sin necesidad de pasar mucho tiempo fuera de sus casas y lejos de sus hijos o hijas. Georgina Orellano, presidenta de AMMAR asegura que no “romantiza” el trabajo sexual.
En cambio, los enemigos de los carteles similares al que utilizó Jimena Barón -que promocionan los servicios sexuales- hablan de cosificación de la mujer y de sometimiento por parte de los proxenetas. Es el caso de Margarita Meira, de Madres Víctimas de la Trata, que tiene una posición intransigente. Su propia hija murió a manos de una red y dedicó su vida a denunciarlos y recatar a sus víctimas. Sufrió atentados y recibió premios. Aunque apoya el empoderamiento femenino, advierte sobre los riesgos y la dificultad de las mujeres para elegir en libertad: “Parece fácil pronunciarse holgadamente y sin más en favor de lo que se da en denominar ‘trabajo sexual’. Pero lamentablemente la realidad no es tan sencilla. El sistema prostituyente funda sus bases en un entramado oscuro, perverso y poderoso que lejos está de nuestros sueños de libertad y emancipación feministas”.
Sobre la decisión de Jimena Barón de usar esta estética para promocionar su nuevo trabajo, Meira le da su punto de vista: “Lamentablemente, Jimena, el sistema prostituyente poco tiene que ver con mujeres decidiendo sobre sus propios cuerpos”.
Por su parte, la titular de AMMAR dio una señal clara de su apoyo al sacarse una foto con Jimena en medio de esta polémica. Además, sentó postura en sus redes para defender sus reclamos: “Las putas somos el único sujeto político organizado al que se le exige lo que a ningún otro trabajador/a: que seamos autónomas, que no seamos explotadas, que elijamos libremente, que trabajemos por placer y no por necesidad”.
Fuente: tn.com.ar
