Google y Facebook, entre otros, deberán pagarles a los medios por sus contenidos.
El Doctor Nicolás Novoa, asesor de Adepa en asuntos de Propiedad intelectual, analizó el tema para TN.com.ar
Dice Novoa: Los debates relacionados con el “copyright” (para el mundo anglosajón) o el “derecho de autor” (para quienes adherimos al sistema continental-europeo) se han ido incorporando naturalmente a nuestra vida cotidiana. Otrora reservados a un ámbito académico acotado, se han trasladado ahora a nuestras sobremesas o charlas de café, en gran medida a partir del auge de la Internet y las plataformas que durante mucho tiempo utilizaron y nos permitieron acceder en forma masiva, gratuita e irrestricta a todo tipo de información y a diversos contenidos y obras protegidas por el derecho de autor (libros, música, notas periodísticas, fotografías, películas y series, entre otras).
A medida que las regulaciones sobre el ecosistema digital fueron desarrollándose, aparecieron los temores de quienes bregan con justicia por preservar y defender la libre y veloz circulación de información y contenidos. Estos usuarios de la red fueron enfrentados, insólitamente, con artistas y productores que -a pesar de ser los titulares de los derechos sobre aquellos contenidos y realizar un invalorable aporte a la cultura y al debate de ideas- ven a diario como la retribución que les es debida por su esfuerzo y creatividad se diluye y es desviada en beneficio de otros.
Finalmente y en el medio, entre los internautas y los creadores, los “intermediarios” de Internet: empresas con ganancias incalculables a nivel global que, al mismo tiempo que nos proveen de herramientas prodigiosas que nos sorprenden día a día, captan (y mantienen cautiva) nuestra atención valiéndose -entre otros recursos- de los contenidos que otros crean y producen. En muchos casos dicha utilización implica la distribución, intervención, manipulación, modificación e indexación de obras y contenidos en forma convenientemente asociada a publicidad que con precisión algorítmica nos es direccionada y que luego nos seguirá implacablemente a donde vayamos o donde queramos ir, no ya solo en el mundo virtual sino también en la vida real (basta ver lo que ya ocurre en la vía pública con la instalación de tecnologías de reconocimiento facial y otras tenebrosas maravillas tecnológicas que nos asedian y observan a toda hora y en todo lugar).
Unos días atrás, todos los actores involucrados en estos asuntos percibieron un temblor que venía de Europa y cuyas réplicas se hicieron sentir rápidamente en todo el planeta: la sanción de una nueva Directiva de Derecho de Autor y derechos afines para el mercado digital.
En caso de no obtener las licencias o autorizaciones respectivas de parte de los titulares de derechos, los intermediarios de Internet serán responsables por la difusión de esos contenidos. Toda una declaración de principios que, junto con otras disposiciones sustantivas de la Directiva, tiene como objetivo central influir en la redistribución de los beneficios que se generan por la utilización en línea de obras protegidas por el derecho de autor, promoviendo mayor equilibrio y equidad y protegiendo a creadores y productores de contenidos frente a los abusos cada vez mas evidentes de las plataformas tecnológicas que dominan el mercado.
Entre dichas normas destacan, por su novedad, los artículos 15 y 17 de la Directiva. El primero de ellos establece que los agregadores de noticias (por ej. GoogleNews) deben obtener autorización previa y abonar una compensación a los editores cuando utilicen sus artículos periodísticos, mientras que el art. 17, por su parte, obliga a plataformas como Youtube a obtener licencias de los creadores para la difusión comercial de sus obras, a la vez que impone mayores obligaciones en la supervisión y protección de dichos contenidos.
Los arduos debates que han precedido a la sanción de esta norma no terminarán aquí, pero sin dudas la nueva Directiva Europea constituye ya un hito y una referencia que resultará ineludible a la hora de analizar y regular los derechos de autor en la era digital.
(gentileza TN.com.ar / fotos: captura de pantalla)