Jueces de casación desestimaron una presentación realizada por el abogado Valentin Fernandez, y ratificaron la condena para Sebastian Calvo acusado de matar a su ex pareja en la localizad de Oriente
Los jueces Fernando Mancini y Mario Kohan rechazaron los fundamentos del abogado Valentin Fernandez quien interpuso un recurso oponiendose a los 23 años de cárcel aplicados por el Tribunal Criminal 3, al considerar que tildó de despropocional y violatoria de los principios constitucionales de razonabilidad, culpabilidad y humanidad, aplicación de ciertos códigos, por lo que peticionó, en se imponga la pena mínima para el delito del que se lo acuso a Calvo
Sin embargo los magistrados indicaron que resulta correcta la valoración realizada por los jueces que los sentenciaron y describieron partes de la causa donde se destaca la naturaleza de la acción y los medios empleados para ejecutarla, se dirigió en horas de la mañana a la vivienda de su ex pareja, donde residía con sus dos hijas menores y ante la presencia de las niñas, de dos y cuatro años, la atacó, la víctima careció de la posibilidad de pedir el auxilio de terceras personas adultas, asegurándose así el imputado el actuar sin interferencias, y a su vez, dicho accionar de manera violenta delante de las menores,
el juicio y el caso
La resolución, dictada por el juez Eduardo d’Empaire, integrante del Tribunal en lo Criminal Nº 3,El jurado popular había declarado culpable al hombre, pero no acreditó el femicidio sino que entendió que se trató de un homicidio calificado por el vínculo con circunstancias extraordinarias de atenuación.
Con esa calificación, el abogado de Calvo, Valentín Fernández, evitó una pena de prisión perpetua.
El asesinato de Natalí se produjo la mañana del 15 de marzo de 2022, dentro de una vivienda en Mitre al 400 de esa población, donde el hombre estranguló a la mujer, por compresión directa con sus manos.
Tras el hecho, tomó a las hijas en común, que en ese momento tenían 2 y 4 años y estaban presentes, y las llevó hasta la casa de su madre, le confesó que se había mandado “una macana” y se entregó a la Policía.