En el marco de su primer Mundial de Karate, celebrado en Japón, el bahiense Lautaro Fueyo vivió una experiencia que describió como “única” y reveladora. “La verdad que fue una experiencia única mi primer mundial, y en Japón, que es la cuna del karate,” expresó Fueyo. “Me enfrenté a rivales que nunca pensé que iba a enfrentar y vi a los mayores exponentes del karate mundial, compitiendo en el mismo lugar donde peleé yo. Si un deportista lo piensa, es el sueño de cualquiera.”
A pesar de los nervios, Fueyo logró desarrollar su estrategia sin sobresaltos y destacó en ambas modalidades en las que compitió.
En la categoría de kata, o formas, alcanzó las semifinales, ubicándose entre los 16 mejores del mundo. En kumite, o combate, avanzó hasta los cuartos de final, lo que lo posicionó entre los ocho mejores a nivel global.
“Para ser sincero, me sorprendió; iba con cero intención de llevarme una medalla, más que nada quería aprender. Es mi primer mundial y lo quería usar como experiencia, pero quedé más que conforme con el resultado.”
Sin embargo, su camino hacia el éxito no fue fácil. Fueyo reveló que este logro implicó importantes sacrificios, especialmente en su vida social y en sus estudios. “Como todo deportista, tuve que privarme de muchas cosas: encuentros con amigos durante la semana, los fines de semana, incluso tuve que suspender mi viaje de egresados por el entrenamiento.”
Su rutina diaria incluye dos horas de entrenamiento técnico de karate y dos horas de gimnasio, además de consultas semanales con un psicólogo deportivo, recomendación que sigue desde hace varios años.
Con la vista en el próximo Panamericano, que se celebrará en México, Fueyo regresará a Bahía Blanca para iniciar su nueva fase de entrenamiento. “Ya quiero empezar la preparación apenas llegue a Bahía, es lo que queda: seguir entrenando y superarse día a día,” concluyó el joven deportista, cuyo espíritu de dedicación y esfuerzo lo ha llevado a codearse con los mejores del mundo en la cuna misma del karate.
