Villa Mitre constantemente enfrenta una serie de desafíos persistentes debido a la inseguridad. En diálogo con Silvio Montero, trabajador en el club, habló de su frustración y determinación ante la ola de robos que ha azotado a la institución en el predio de México y Thompson.
“Nos tienen de hijos” lamentó Montero, refiriéndose a los frecuentes robos que afectan las instalaciones. “Pero bueno, estas cosas nos tienen que fortalecer y tenemos que seguir creciendo“.
En el último mes, el club ha sido blanco de varios ataques. “Nos robaron tres paños de alambrado esta semana y hoy nos encontramos con más daños,” explicó Montero. Los ladrones no se han detenido ante nada, llevándose desde materiales de construcción hasta elementos esenciales para el funcionamiento diario del club.
Se llevaron entre 15 y 20 metros de alambre, cortando con alicate incluso los tramos asegurados con cemento. “Se tomaron un trabajito” comentó, resaltando la minuciosidad con la que operan los ladrones.
La situación es aún más alarmante dado el horario en el que ocurren estos robos. “Sabemos que es entre las 12 y las 6 de la mañana” dice Montero. A pesar de que el casero del club realiza recorridas regulares, los delincuentes parecen tener todo el tiempo del mundo para actuar, especialmente en la parte trasera del predio que da a la calle, evidenciando la dificultad de vigilar todas las áreas del club.
El problema no es nuevo para Villa Mitre. Han experimentado una especie de tregua, pero los robos han resurgido con fuerza. Montero relató un incidente anterior: “Nos robaron el tanque de agua cuando estábamos terminando los vestuarios y los baños de hockey. También rompieron la cañería y se llevaron una cámara de seguridad”.
La situación tiene un impacto económico significativo. “El dinero es mucho” dice Montero. Cada vez que el club intenta avanzar en sus proyectos, los robos obligan a retroceder, causando un desgaste tanto financiero como emocional.