Con dos bahienses, la selección argentina U18 obtuvo en Buenos Aires la clasificación al mundial que se jugará el año próximo. Se quedó con el segundo puesto al caer en la final ante el poderoso Estados Unidos. Albano Costa, jugador de 9 de Julio, integró el plantel que fue dirigido por otro bahiense, Mauro Polla.
Mauro Polla, el entrenador de la Selección Argentina U18 de básquet, compartió sus reflexiones sobre la actuación del equipo y la clasificación al Mundial.
“Muchas cosas positivas dejó este proceso. Volver a encontrarnos con un grupo de chicos que desea pertenecer, que desea defender nuestra camiseta, y la manera en que lo hicieron fue inspiradora“, afirmó Polla. Subrayó el compromiso y la entrega de los jugadores, tanto en los entrenamientos como en los partidos, y enfatizó que alcanzar el objetivo principal, la clasificación al Mundial, es un testimonio de su dedicación.
“En Argentina siempre habrá talento. Si estos chicos continúan trabajando como lo están haciendo, en estructuras sólidas y con un enfoque en su perfeccionamiento, alcanzarán la selección mayor”, dijo con convicción.
El entrenador destacó la diversidad de habilidades dentro del equipo, especialmente en términos de polivalencia. “Tenemos jugadores entre los 2 metros y los 2,05 metros que son polifuncionales, capaces de jugar tanto en el perímetro como en el juego interno. No están encasillados en una sola posición, lo que nos da una gran flexibilidad táctica“, explicó Polla.
Sin embargo, también reconoció que hay áreas que necesitan mejoras significativas. “Creo que el aspecto físico es clave. Es quizás el mayor déficit en nuestras categorías formativas. Necesitamos ponernos a la altura en ese sentido“, admitió. A pesar de estar satisfecho con el nivel técnico y táctico del equipo, Polla sugirió que se necesita más tiempo de entrenamiento y períodos de concentración más largos para optimizar el rendimiento.
Para Mauro Polla, la experiencia de liderar al equipo U18 no solo fue un paso significativo en su carrera como entrenador, sino también una oportunidad de crecimiento personal. “Estos procesos son muy enriquecedores. Más allá de competir al más alto nivel, trabajar con grandes entrenadores y enfrentar a equipos de todo el mundo, es una experiencia invaluable“, reflexionó.
Polla valoró especialmente el aprendizaje continuo que le ofrece su rol. “El staff que me acompañó era extenso y con personas quizás con más experiencia que yo. Aprovechar esas interacciones y aprender de ellos es super enriquecedor, no solo en la competencia sino también en los entrenamientos”, concluyó.
