Si algo abunda en el boxeo son las “peleas del siglo”, como también abundan los grandes campeones. Sin embargo, no muchos están en el selecto grupo de los mejores de la historia. Pero hay un campeón mundial, que este miércoles 10 de enero cumple 75 años, que sí lo está y que es, además, el segundo boxeador más rico de la historia, a pesar de que en algún momento de su carrera perdió toda su fortuna.
Se trata de George Foreman, “Big George” o “El Bombardero de Texas”, como supo ser apodado este enorme campeón mundial, que fue tan famoso por sus victorias como por una de sus derrotas, la que sufrió con Muhammad Alí en Zaire el 30 de octubre de 1974, resignando en aquel momento su título del mundo a manos de su legendario vencedor.
“The rumble in the jungle” fue como se denominó al combate entre George Foreman y Muhammad Alí, el 30 de octubre de 1974 en Zaire. Ganó Alí por nocaut en el octavo round.
Un título del mundo que recién logró recuperar dos décadas más tarde cuando, luego de varios años retirado y de un par de chances frustradas (perdió contra Evander Holyfield en 1991 y ante Tommy Morrison en 1993), volvió a combatir por una corona mundial a los 45 años (a solo dos meses de cumplir los 46) y derrotó por nocaut a Michael Moorer.
Con aquella victoria Big George no solo se convirtió en el campeón más veterano de la historia, sino en el primero en recuperar la corona con tantos años de diferencia respecto al día en que la perdió (20 años, entre octubre de 1974 y noviembre de 1994).
George Foreman: campeón mundial hasta que perdió con Alí en Zaire
El boxeador más rico de la historia es el norteamericano Floyd Mayweather, quien tiene una fortuna que ronda los 560 millones de dólares. Segundo, con 300 millones, aparece Foreman, con un récord sobre el ring de 81 peleas disputadas, con 76 victorias: 68, por nocaut.
Nacido en Texas, Estados Unidos, el 10 de enero de 1949, encontró en el boxeo un buen refugio para los problemas de conducta y económicos de su niñez y rápidamente escaló posiciones. A punto tal que en los Juegos Olímpicos de México 1968, con 19 años de edad, Foreman ganó la medalla de oro, triunfo que le abrió las puertas de ingreso al profesionalismo.
Cinco años más tarde, en 1973, le ganó el título del mundo de los pesos pesados a Joe Frazier, cinturón de campeón que defendió en dos ocasiones antes del gran desafío de su vida en el corazón de África, en Zaire, contra Muhammad Alí. El nombre con el que se bautizó a la pelea hablaba por sí mismo: “The rumble in the jungle” (el estruendo en la jungla).
Foreman llegó como favorito a pesar de que Alí venía de vencer a Frazier y tenía una súper historia detrás. Pero el Bombardero de Texas, de 25 años, pagaba 7-1 en las apuestas ante un rival de 32 y, a priori, más desgastado.
Sin embargo, Alí fue Alí antes y durante el combate. Antes, porque se dedicó a fogonear la previa descalificando a su oponente, en este caso Foreman, y fue el gran ganador; y durante porque manejó la pelea tal cual la planificó: dejó que Big George se desgastara atacando, buscando un nocaut que nunca llegó por la resistencia de Alí, quien en el octavo asalto atacó con todas sus fuerzas y lo noqueó.
George Foreman: un boxeador millonario que sufrió el perderlo todo
En 1977, George Foreman dejó el boxeo y decidió cambiar su vida, tanto que se ordenó pastor en una iglesia. Y así estuvo 10 años hasta su regreso al ring, aunque en el medio quebró económicamente. Sus grandes ganancias se fueron entre malas inversiones y gastos desmedidos, quedando en bancarrota y hasta sin casa propia. George lo había perdido todo. Y como en su niñez, el boxeo fue su escape.
Pero antes de regresar, probó también con su rol de empresario y ahí encontró el éxito económico. Unas parrillas que llevaron su nombre resultaron un furor comercial que elevó las finanzas de Big George a lo más alto.
La “George Foreman Lean Mean Fat-Reducing Harvest” cocinaba y garantizaba una alimentación saludable a base de carnes desgrasadas. El boxeador era el nombre y la cara de esa marca que se estima vendió más de 120 millones de parrillas. Foreman se quedaba con el 40% y su estatus de empresario se multiplicó, porque se convirtió en la cara visible de marcas multinacionales vinculadas a la alimentación y, por supuesto, también al deporte.
Porque esencialmente era boxeador, actividad a la que regresó hasta ganar la corona en 1994. Se mantuvo activo hasta 1999 cuando, con 50 años, se retiró definitivamente. El mundo de las empresas lo esperaba con los brazos abiertos y también su propia iglesia, la que abrió junto a su quinta esposa, Mary Joan Martelly, con quien sigue hasta hoy, a los 75 años.
Fuente: TN