Caminan en grupo, a gran velocidad, pero recibiendo el cariño de la gente que los identifica. Buscan evitar los alborotos, mantener el perfil bajo que siempre cultivaron, con Leo como estandarte de esa filosofía. Algunos fanáticos identifican quiénes son y lanzan palabras de aliento, de agradecimiento, de amor. Son unos veinte familiares de Lionel Messi que transitan por el Lusail Stadium con apenas unas pocas personas de la organización que los escoltan hasta el sector que ocuparán en el duelo contra Croacia, que comenzará en poco más de una hora. Un simpatizante los estuvo esperando. No fue algo premeditado, se le ocurrió en el momento. Pero la repercusión será inesperada.
Agustín Guerra se acerca respetuoso hasta Celia, la madre del capitán, y le dice unas pocas palabras antes de que crucen la reja que los hará perderse en las entrañas del gigantesco estadio qatarí que también recepcionará la final ante Francia. “Mi mujer hace muñecos tejidos en crochet. Hace un tiempito me había hecho a Messi y Maradona. Como venía el Mundial, pensé que tenía que llevarlos. Llevé al de Messi a la cancha, pero sólo de amuleto. De repente vi a las familias de los jugadores que entraban por la misma puerta que yo. Me quedé esperando hasta que en un momento vi que había tumulto de gente y empecé a correr. Logré alcanzar a la madre de Messi. Ahí le dije que le quería regalar ese muñeco para los chicos”, le cuenta a Infobae este fanático que llegó desde Ushuaia para ver la Copa del Mundo desde los cuartos de final en adelante.
Agustín y Antonela viajaron desde Ushuaia
Su idea no era dárselo a la familia Messi. Llevó a la cancha su amuleto para que lo acompañara, pero sintió que debía devolverle al capitán un poco de todo el genio que él reparte en la cancha. Tal vez no era el regalo con mayor valor económico, asegura, pero sí tiene un enorme valor sentimental para él. Y lo más llamativo fue que el más pequeño de la dinastía, Ciro, rápidamente captó esa vibra en el aire con la típica inocencia de los pequeños.
“Justo al lado estaba Ciro, el más chiquito. Apenas se lo doy le dice a la abuela: ‘Yo lo quiero, yo lo quiero, dámelo’. Al toque lo agarró y vimos en las imágenes que cuando sale el equipo a la cancha no lo soltaba. No lo podemos creer. Le encantó el regalito. Nos llamó la atención la humildad, cómo agarró un osito de peluche así. Seguramente puede tener lo que quiere, sin embargo agarró con tanto amor algo que tiene valor sentimental. Nos puso muy contentos”, expresa Agustín.
Antonela Lavori (34 años) es su novia, la encargada de hacer estos muñecos para su emprendimiento en redes sociales desde Ushuaia (@artesaniasushuaia). Este cronista los intentó rastrear cuando ocurrió la escena, pero Agustín “salió corriendo” apenas le dio el regalo a Celia para poder entrar a la cancha y se perdió en la multitud. Leyó en una nota que el gesto había sido captado por Infobae y no podía creerlo. No buscaba repercusión: “Lo agarraron con tanto cariño que estamos re contentos. No lo podemos creer. Lo enfocaron a Ciro en varios momentos del partido y estaba siempre con el regalo en la mano”.
Los amuletos de Agustín: uno de ellos ya está en la familia Messi
Las casualidades lo están persiguiendo en esta Copa del Mundo. Un familiar le avisó días atrás que había un lugar en un vuelo que saldría en las próximas horas rumbo a Doha. Recién había pasado el ajustado triunfo contra Australia de octavos de final y él tenía apenas unos instantes para decidir qué hacer. “Me puse a pensar qué hacer y en menos de 12 horas resolví todo y viajamos. Llegamos sin entradas, empezamos a buscar y ya conseguimos para cuartos, las semis y la final”.
Este empresario cargó sus “amuletos” para llegar a Doha. Todos los que estamos afuera de la cancha hacemos lo que podemos para intentar empujar a los jugadores. Cada uno tiene sus costumbres y la de él son estos muñecos. “Lo traje como amuleto, pero nada mejor que el amuleto lo tenga Ciro”, reconoce.
El próximo domingo estará nuevamente en el Lusail, pero esta vez sí tiene un plan después de lo ocurrido: “Me quedó el muñeco de Maradona, que está buenísimo también. Voy a intentar llegar a Antonela y se lo voy a regalar. Ya les regalé el Messi, ahora me queda Maradona. Mi idea es encontrarlos el domingo que viene”.
Fuente: Infobae