Valentino Zegarelli, crack del equipo argentino de fútbol en sillas motorizadas, vivió un momento inolvidable.
Valentino Zegarelli admira a Lionel Messi. Parece ser uno más entre los millones a los que les pasa lo mismo pero su caso tiene particularidades que lo hacen único: primero, a él le dicen el Messi del fútbol en sillas motorizadas; segundo, el día que la Argentina le ganó a Australia en los octavos de final del Mundial Qatar 2022 cumplió un sueño.
Cuando se dirigía a su espacio de espectador en el estadio Al Rayyan alguien lo vio, lo frenó y le preguntó: “¿Querés entrar al campo a cantar el himno con los jugadores?”. Valentino no lo dudó. La llave de esa propuesta había sido la bandera argentina que llevaba atada a su cuello y flameando sobre su espalda y que decía: “Power”, en letras enormes y debajo: “Fundación Powerchair Football Argentina”, el organismo fundado y presidido por Mariano Zegarelli, su papá.
Y ahí ocurrió lo impensado, lo increíble, lo soñado: un voluntario mexicano de la FIFA primero reconoció la bandera y luego a Valentino, figura de la Selección argentina de fútbol en sillas motorizadas. Lo frenó, hablaron de fútbol y luego llegó la invitación a vivir un momento tan grande como la ilusión de ver a la Argentina levantar la Copa del Mundo en Qatar.
“Fue increíble, pero fue así. Yo estaba ubicado en la cancha para ver el partido y vino un chico de México que estaba como voluntario de la FIFA, se acercó y me dijo ‘te veo con cara conocida’, pero en realidad me vio con la banderada de Power. Me dijo que él estaba en la federación de esta disciplina pero de su país, ahí hablamos y me preguntó si quería entrar a cantar el himno con los jugadores. Ni lo pensé, más vale que dije que sí y fue una felicidad total”, contó Valen a TN en Qatar, donde acompañará a la Selección durante toda la estadía del equipo en el Mundial.
Sobre la sensación de estar ahí agregó: “Es tremendo vivir eso. Yo ya había estado con Messi en el predio de la AFA hace varios años ya, yo tenía nueve cuando fuimos con la Seleccion de Power e hicimos un par de pases y él fue re buena onda. Incluso me preguntó por mi próximo torneo, yo le conté que iba a ir al Mundial y él se interesó por mí”, dijo con emoción.
Valentino Zegarelli está Qatar con Justo, su mejor amigo y principal fanático, y con su papá, Mariano, y un amigo de él. Van y vienen juntos a todos lados. Cancha, bares, shopping, Fan Fest. Viven el Mundial Qatar con la alegría del buen paso de la Selección de Lionel Messi y compañía.
“No fue solo estar ahí con los jugadores, que ya es un montón, a mí me pasó incluso que sentí los mismos nervios que cuando yo entro a la cancha y sentí cómo los jugadores querían ganar a toda costa, vi lo concentrados que estaba. ¡Sentí toda esa energía!”, destacó.
Las repercusiones no tardaron en llegar y algunas fueron muy graciosas. “Literalmente, cuando salí de la cancha tenía un montón de mensajes de mis amigos del colegio, de la iglesia, de mi familia. Uno me decía: ‘Guacho, ¡¿cómo hiciste para entrar a la cancha?!’, recuerda con una sonrisa y añade: “Nunca penséque podía estar ahí, pero una vez que estuve me di cuenta de que era un sueño para mí y no lo podía creer”.
Los padres de Valentino supieron durante su gestación que él no podría caminar. Su papá, Mariano Zegarelli, fanático de los deportes, quería que el cuadro no le impidiera a su segundo hijo ser feliz con una pelota cerca como lo era su primer hijo, con una de rugby.
Y fue cuando Valentino tenía ocho años que Mariano hizo un viaje en el que descubrió algo que cambiaría la vida de su familia y de muchas otras. Había volado a Estados Unidos para participar de una Conferencia sobre atrofia muscular, donde vio un video de la Federación Internacional de Powerchair Football (FIPFA) y fue entonces cuando supo del fútbol en sillas de ruedas motorizadas.
Cuando volvió a Buenos Aires junto a su mujer, Lorena Lardizábal, creó la Fundación Powerchair Football Argentina y decenas de chicos en las mismas condiciones que su hijo comenzaron a jugar al fútbol. ”Enseguida dijimos: ¡está espectacular, lo tenemos que hacer acá!”.
El combo fue perfecto: un deporte inclusivo y fabuloso que le da un sentido glorioso a la vida de muchos chicos con atrofia espinal muscular, entre ellos su hijo, crack del seleccionado argentino y emblema del power vital de quien cumple sus sueños.
Valentino Zegarelli quiere ser campeón mundial con la Selección argentina en la Copa Mundial de Fútbol en Sillas Motorizadas que se celebrará en Australia el próximo año. Para eso, la delegación argentina conformada por alrededor de 20 personas entre jugadores, cuerpo técnico, utileros y demás, necesita ayuda.
La Copa Mundial FIPFA 2023 se llevará a cabo del 15 al 21 de octubre de 2023 en el Parque Olímpico de Sydney. Las naciones competidoras llegarán con tiempo suficiente para recuperarse de sus viajes y los equipos entrenarán y completarán su clasificación en la semana previa al torneo.
El Estado solo los ayuda con el espacio de entrenamiento, el CENARD, y lo demás corre por cuentas privadas de sponsors y la recaudación de los eventos que hace la Fundación. Todo, aseguran, es bienvenido para ir por el gran sueño.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 6 de diciembre, 2022 08:55
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