El exbasquetbolista, uno de los mejores deportistas de la historia argentina, era oyente del programa en el que uno de sus integrantes recordaba una anécdota con él y desató la locura con su comunicación.
Emanuel Ginóbili hizo una de sus mejores jugadas como exbasquetbolista cuando en medio del relato en el que un columnista contaba su admiración por él, llamó a la radio y sorprendió al fan con quien, además, lo une una relación de amistad.
Se trata de Germán Beder, exjefe de prensa de la selección argentina de básquet, quien en el programa Todo Pasa (Urbana Play) del que forma parte, presentó su columna sobre encuentros fallidos (o no) con ídolos, y en ese marco es que contó que una vez le pidió una foto a Manu Ginóbili, “y después lo pude conocer”, celebró. A partir de la comunicación que volvió locos a todos en la radio, el bahiense habló de varios temas y dejó respuestas de esas que divierten, enseñan y/o conmueven. A continuación, el llamado de Manu y un repaso de los mejores temas:
La llamada de Manu Ginóbili que sorprendió a todos en la radio (desde 2′25)
“Crecí admirando y amando la NBA, y se empezaron a transmitir las finales.La primera de Jordan se transmitió en vivo en la Argentina y yo era un fanático total. En mi año del debut era el último de Jordan y en mi cabeza imaginaba un uno contra uno, defenderlo en el poste bajo, meterle una tapa o hacer algo, pero la historia fue que yo venía de una lesión, el primer partido me lo pierdo, así que a Jordan lo vi de lejos, y el segundo partido dijo ‘bueno, acá sí’, y jugué cinco segundos…”
“Recibí una pelota, tiré una banana de mitad de cancha, Jordan estaba en la otra punta. Terminó el primer tiempo y Pop no me puso más. Para mí fue una ofensa gravísima pero él nunca se enteró lo que me había hecho (se ríe). Me necesitó esos cinco segundos, después no serví más y no me puso. La cancha tiene 28 metros… lo más cerca que estuve fue a 16…”
“De Jordan yo tenía un poster tamaño natural en mi habitación y cuatro o cinco más saltando o haciendo cosas, y yo me acuerdo que le hablaba por momentos a la noche. Era un personaje mítico, por eso que jugar ese rato con él fue algo impactante porque se materializó algo que era etéreo”.
“Él es dueño de la franquicia de Charlotte Hornets, estaba por jugar contra ellos, en el hotel, se abre el ascensor y estaba él. Solo tartamudeé, le dije ‘hi, whats up?’ y seguí derecho, no me animé a charlarle, a preguntarle nada, y luego lo crucé un par de veces en la cancha, pero nada, cosas muy livianas”.
“Diego me invitó a su programa y habíamos tomado un café el dia anterior, y ahí es donde se me atragantó un poquito lo que estaba comiendo. Yo en ese momento había empezado a ser un poco famosito (sic), en el 2005 había salido campeón por segunda vez, pero iba caminando por el lobby de un hotel con Diego y era como que se cortaba la tensión con un cuchillo, era como que el mundo se frenaba a su alrededor porque la presencia de Diego era tan cautivante e hipnótica. Era como que la gente se paraba y se petrificaba”.
“Ya en 2008 fue cuando él entró al vestuario nuestro y fue re conocida la historia”.
“Hay mucha gente, siempre uno presenta a otro que recién entra, hay una especie de cóctel el día anterior donde van las viejas leyendas, las nuevas, hacen una pequeña introducción, te ponen un saco naranja, te dan un anillo y al otro día es el evento en un estadio o un teatro y tener que hacer un pequeño speech y oficialmente estás en el Hall of Fame de la NBA”.
“Ricardo Darín, Roger Federer, De Niro, Al Pacino… no siento que sean mis ídolos, pero admiro lo que hacen, y tuve el enorme placer de conocer a Tomás Eloy Martínez (16 de julio de 1934 – 31 de enero de 2010). Justo estaba leyendo sus trabajos, mandé un mail a la universidad donde trabajaba, me contestó muy gentilmente y tomamos un café, charlamos un buen rato y fue una cosa espectacular para mí, conocer y charlar con alguien de semejante peso en la historia de nuestro país”.
“Me hubiese encantado jugar en la NBA de hoy, donde sería más base que escolta. Es un juego mucho más vertiginoso, mucho más rápido, de mucho más riesgo. Yo llegué a una NBA que era muy conservadora todavía. Si miramos algunos de los partidos de las finales de 2005 hacíamos 75 puntos en algunas finales y ahora se hacen 120. Hubiese preferido este ritmo, de más triples a la carrera, de más riesgos, de tratar de robar un balón y de posesiones de 10 segundos nada más”.
“Eminem nos puteó en Detroit. Estaba detrás del banco en tercera fila. Nos puteaba de una manera notable en una época en la que Eminem estaba en todos lados”.
“Terminé jugando con 40 y Dejounte Murray tenía 19. Literalmente podría haber sido mi hijo. Todo era distinto y había que hacer un esfuerzo para tratar de estar en sintonía y conocerlos y conectar. Ahora que estoy con otro rol, de afuera, realmente se requiere de una habilidad particular que estoy tratando de adquirir y no es fácil. Dentro de la cancha uno puede conectar de otra manera por tu experiencia ahí, porque entendés cómo es la jugada, la defensa o lo que sea y te da un pie para seguir hablando de otra cosa, pero venir de afuera después de haber estado desconectado tres años lleva un tiempito, así que de a poquito conociéndonos”.
“Los dos relacionados al deporte son bici y tenis, son dos cosas que disfruto mucho. Trato de hacerlo tres o cuatro veces por semana, me hace bien, estoy al aire libre y me encanta”.
“Fuera del deporte me da curiosidad todo. Por ahí leo un libro y me entusiasmo con algo y me pongo a indagar sobre un tema. El hecho de ser bastante conocido o de haber jugado en la NBA me da la posibilidad de poder conectar con algunos de los referentes en cada ámbito. Así como me pasó con Tomás Eloy Martínez puedo ir y contactar a alguien de las empresas que sigo, alguien de los libros que leo, profundizo en los temas, voy cambiando, tengo amplias curiosidades pero ninguna fuera del deporte en la que profundice tanto”.
“Me estoy metiendo ahora en tecnología, en los últimos dos años, me parece un mundo fascinante y de a poquito conociendo gente. Justo estoy leyendo sobre el calentamiento global, las cosas que se pueden hacer para evitarlo, mitigarlo o mejorar muchas de las practicas y justo hay un chico tucumano que ese llama Diego Saez Gil, que fundó una de las empresas que trata de hacer esto, invertí en la empresa que fundó en San Francisco y ese es uno de los ejemplos. Él conoce a dos o tres más que trabajaron juntos, te pasa el contacto y podes hablar de temas nuevos que vienen. Estoy conociendo gente, informándome y aprendiendo”.
“Tiene que haber una alineación en valores, en misión y en un tema que me interese, además de haber una oportunidad que me pueda generar algún ingreso y entonces pongo una fichita ahí. Si se trata de sustentabilidad o inclusión o salud y bienestar, son las tres áreas que mas me interesan y trato de profundizar en ese lado. Si la empresa me convence por la misión que tiene a veces participo y si no, trato de colaborar sin participar económicamente simplemente porque me gusta lo que hacen. Tengo el gran privilegio de poder aprender, colaborar y estar de alguna manera”.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 3 de mayo, 2022 13:26
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