Argentina logró un gran funcionamiento ante la ya eliminada Bolivia, en la última fecha de la primera fase. Ante Ecuador, por los cuartos de final, será la primera de las llaves de “mata o muere”.
No importa el rival. Me gusta ver jugar bien a la Argentina y cuando eso pasa creo que hay que disfrutarlo, siempre poniendo en contexto el partido. Por eso: ¿Da para emocionarse esta victoria sencilla ante uno de los peores seleccionados del continente? La respuesta es no. Darle un valor desmedido a esta goleada llevaría al equipo por un camino equivocado. Hoy, Bolivia no solo es un conjunto con pocas virtudes, sino que, además, le dio al duelo contra Argentina un tono casi de partido amistoso.
Lionel Scaloni decidió a arriesgar los ’90 a Lionel Messi, quien supo dosificar su energía durante el partido, convencido de que no sería un cruce con juego brusco y, evidentemente, acertó. El rival le propuso a nuestra Selección un encuentro “liviano” y aceptó, sin rebeldía, su rol secundario.
Un punto para destacar: el experimento de juntar adelante a futbolistas muy hábiles pero de baja estatura fue un éxito. El DT argentino se despreocupó de la “pelota parada” . Puso de entrada a Papu Gómez, Ángel Correa y Sergio Kun Agüero. Ellos, liderados por Messi, se hicieron un festival y desplegaron todo el repertorio de diagonales, gambetas y excelentes definiciones como para resolver el partido antes del entretiempo. El resto del encuentro casi que fue solo para cumplir.
Pensando en lo que viene, lo verdaderamente importante, vale hacer un pequeño relevamiento de lo que dejó esta primera fase:
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 29 de junio, 2021 07:10
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