El asesinato de Fernando Báez Sosa, joven de 19 años a la salida de un boliche en Villa Gesell en manos de un grupo de diez rugbiers, abrió un debate clave a la hora de desarmar y combatir la violencia. El análisis ante este brutal asesinato gira en torno a la cultura del rugby y sus consecuencias.
Martín Azpiroz, presidente de la Unión de Rugby del Sur analizó los hechos en la localidad balnearia y habló de las responsabilidades de la disciplina en este tipos de hechos violentos, que con el correr del tiempo han tenido 3 muertes en 20 años, en los que se involucra a rugbiers.
Un deporte que siempre habló de valores, de buena conducta y del autocontrol, pero que en este caso falló. “Son hechos puntuales, no se puede cargar contra todo un deporte, por un grupo de violentos” sostuvo Azpiroz.
El Club Náutico Arsenal de Zárate comunicó la suspensión de cuatro de los rugbiers detenidos por el hecho. De acuerdo con la comisión directiva, la medida obedece a que las acusaciones en contra de los deportistas repercute en la imagen de la institución.