Emanuel David Ginóbili, “Manu” para todo el mundo, se transformó esta noche, por imperio de su talento, del reconocimiento de un lugar alejado de su Bahía Blanca natal como la ciudad estadounidense de San Antonio y por esa fantástica galaxia del básquetbol que es la NBA, en una leyenda viviente de este deporte que convirtió su ya histórica camiseta blanca y negra número 20 de los Spurs en un emblema bien argentino.
Es que en ese por muchos años inaccesible imperio de la NBA fue abordado por Ginóbili para generar orgullo en sus compatriotas, al ser reconocido esta noche por San Antonio en particular y el básquetbol estadounidense en general, como uno de los mejores de su de por sí riquísima e incomparable historia, al punto de retirar para siempre, como una auténtica pieza de museo, esa camiseta que quedó colgada en el techo del AT&T Center.
El homenaje fue un acto que tuvo como excusa el partido que los Spurs jugaron contra los Cleveland Cavaliers, pero que se vistió de “celeste y blanco” desde antes y hasta después de esos 48 minutos que tuvieron un encuentro en que los de San Antonio extrañaron mucho a “Manu”, tanto como sus aficionados. Antes, la bandera argentina enhiesta junto a la de los Estados Unidos y el Himno nacional entonado por la joven tigrense Nichelle Leclercq.
En el entretiempo una mesa redonda donde hablaron ante el público y bajo la conducción del periodista Adrián Paenza los integrantes de la Generación Dorada, Juan Ignacio Sánchez, Fabricio Oberto, Luis Scola, Gabriel Fernández, Pablo Prigioni, Alejandro Montecchia y Andrés Nocioni.
Y después sí, la bandera en forma de camiseta izada hasta los más alto del AT&T Center, donde flameará hasta que sea jirones pero nunca olvido.
El conductor elegido para ese acto fue Sean Elliott, una de las grandes figuras del primero de los cinco anillos ganados por San Antonio, en la temporada 1998/1999.
Elliott es uno de los ocho jugadores de los Spurs que ha tenido el honor de que su camiseta también fuera retirada: la 32.
En la ronda de discursos intervinieron además el virginense Tim Duncan y el francés Tony Parker.
También habló Gregg Popovich, entrenador de los Spurs desde 1996 y por añadidura el conductor de los cinco campeonatos ganados por la franquicia texana.
Ginóbili estuvo acompañado por un grupo de familiares y amigos: su padre Jorge y Raquel Maccari; sus hermanos Leandro y Sebastián; su esposa, Marianela Oroño; sus hijos, Luca y los gemelos Dante y Nicola, y su suegro, el ex jugador Luis Oroño.
El bahiense jugó para los Spurs 1.057 partidos de temporada regular, 218 en series de playoff 218; sumó 14.043 puntos en su carrera, 3.698 rebotes, 3.999 asistencias, 1.391 recuperos y 318 tapas.
La mayor cantidad de puntos en un partido de “Manu” fue de 48 tantos frente a Phoenix Suns (21 de enero de 2005); la mayor cantidad de rebotes fue de 15 ante Toronto Raptors (11 de febrero de 2008), y la máxima cantidad de asistencias también llegó a 15 ante Sacramento Kings (1 de marzo de 2013). Hoy, todo es historia. Porque él ya es leyenda.