Implacable. Así se mostró la Selección en el cierre de la fase de grupos de la AmeriCup en Bahía Blanca. Con pasajes de enorme nivel y un rendimiento colectivo superlativo (cinco jugadores anotando en dos dígitos), Argentina demolió a Islas Vírgenes por 104-58 y se quedó con la zona B de manera invicta (3-0). Ahora será el turno del Final Four, en Córdoba, donde habrá que enfrentar (el sábado) a México en la semifinal.
El comienzo del conjunto de Sergio Hernández fue bestial. Con una defensa feroz, bloqueó todos los caminos del rival y fue castigando de manera letal en ataque. Primero con Brussino a puro triple (3-3), luego con varias apariciones de Garino y siempre bajo la conducción fantástica de Campazzo, quien brilló a su manera (4 tantos y 6 asistencias) pero también fue genial en el otro costado (dos robos, una tapa). Con un altísimo 70.6% de cancha, el dominio fue abrumador (29-10).
El inicio del segundo cuarto encontró a Argentina con una marcha menos en su ritmo y la visita logró bajar un poco la distancia (33-18 a los 15m30). Pero Laprovittola tomó las riendas y explotó ofensivamente: 11 puntos seguidos, con tres bombazos, para llegar en total control al entretiempo: 48-27 (la máxima tocó los 25).
Con la ventaja y el juego a favor, la Selección no tuvo problemas para extender la diferencia en el marcador con el correr de los minutos ante un rival sin respuestas. Se prendió fuego Redivo (14 puntos en el tercero, cuatro triples) y el tablero quedó 83-44. Aunque, una vez más, la mala suerte: a 5 minutos del cierre, Gabriel Deck cayó mal y sufrió un esguince en su tobillo derecho. Se le realizó un vendaje compresivo y será evaluado después del encuentro.
El último fue prácticamente un trámite, aunque alcanzó para ver destellos de la enorme calidad de Luca Vildoza (5 puntos y 7 asistencias) y Máximo Fjellerup (6 y 3), además de disfrutar el cierre del recital de Redivo (goleador con 19). Ahora se viene la definición en Córdoba.
Fuente: cabb.com.ar