El estado brasileño de San Pablo comenzó este viernes la vacunación contra del coronavirus de niños de entre cinco y once años, con lo que inició a una campaña nacional que provocó nuevos choques entre el presidente Jair Bolsonaro y las autoridades sanitarias.
En un acto simbólico en el Hospital de Clínicas, en el centro-oeste de la mayor metrópoli latinoamericana, un menor indígena de ocho años con deficiencia motora se transformó en el primer niño en vacunarse en Brasil, en medio de un explosivo aumento de los contagios por el auge de la variante Ómicron del coronavirus.
“Estamos vacunando al primer niño”, dijo durante ese acto el gobernador de San Pablo, Joao Doria, uno de los candidatos para las presidenciales de octubre.
El ministro de Salud, Marcelo Queiroga, dijo este jueves que no faltará la vacuna para los responsables que “quieren vacunar a sus hijos” y subrayó que “los brasileños son libres de elegir” la inmunización
La inoculación masiva comenzará la próxima semana en ciudades como San Pablo, Rio de Janeiro y la suroriental Belo Horizonte, con prioridad a menores con limitaciones de movilidad, deficiencias permanentes y grupos vulnerables, como indígenas, entre otros, informó la agencia de noticias AFP.
Sin embargo, según el Departamento de Salud del Estado de Río, el estado tiene 1.533.654 niños con edades entre 5 y 11 años y la cantidad recibida en este primer lote corresponde apenas al 6,09% de lo que se necesita, según informa la red O Globo.
El ministro de Salud, Marcelo Queiroga, dijo este jueves que no faltará la vacuna para los responsables que “quieren vacunar a sus hijos” y subrayó que “los brasileños son libres de elegir” la inmunización
Con el comienzo de esta campaña, un mes después de que la autoridad sanitaria (Anvisa) aprobara esos inmunizantes, Brasil se une a una lista creciente de países que extendieron la inoculación a ese grupo etario
La vacunación de esa franja, estimada en 20,5 millones de personas (de una población total de más de 210 millones de habitantes), se realizará con dosis pediátricas de la biofarmacéutica Pfizer-BioNtech y debe contar con la autorización de los padres.
Con el comienzo de esta campaña, un mes después de que la autoridad sanitaria (Anvisa) aprobara esos inmunizantes, Brasil se une a una lista creciente de países que extendieron la inoculación a ese grupo etario, entre ellos Estados Unidos y Alemania.
El inicio de la vacunación de niños estuvo precedido de controversia y críticas al Gobierno por su demora para dar su autorización y declaraciones de Bolsonaro que lo enfrentaron de nuevo con Anvisa.
Brasil, que acumula más de 620.000 muertes por coronavirus, una cifra superada solo por Estados Unidos, cuenta con un 74,1% de la población vacunada con dos dosis
El mandatario de ultraderecha, que dice no haberse vacunado y que no inmunizará a su hija Laura, de 11 años, pidió hace semanas a la agencia sanitaria publicar los nombres de los responsables de aprobar la inmunización de menores, desatando una ola de amenazas contra la entidad.
Bolsonaro, quien bromea con que las vacunas pueden transformar a la gente en “caimán”, advierte de supuestas contraindicaciones para los menores.
Muchos especialistas consideran que la inclusión de los niños en la campaña de vacunación es clave para protegerlos y detener la pandemia, en momentos en que se esparce la variante Ómicron.
Brasil, que acumula más de 620.000 muertes por coronavirus, una cifra superada solo por Estados Unidos, cuenta con un 74,1% de la población vacunada con dos dosis.
Esta entrada ha sido publicada el 15 de enero, 2022 15:00
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