Una científica argentina criticó duramente las medidas de prevención recomendadas por la OMS, como el uso del barbijo, y la vacuna contra el COVID-19. Se trata de Patricia Fernández, una bióloga de Bahía Blanca que pone en duda que el virus aislado para componer las vacunas sea “el culpable del coronavirus”. “Yo no uso tapabocas”, reconoció.
Fernández, que expuso sus opiniones en “Médicos por la Vida”, un evento realizado en TLV1 (Toda la Verdad Primero), aseguró que el error de la OMS es que “están aplicando un método viejo”. “No estamos de acuerdo con que hay un nuevo virus. Hay muchísimos virus en el pulmón. Los estudios son muy apresurados, no pudieron hacer la comprobación”, agregó. “Es todo muy apresurado y reduccionista, estamos frente a síntomas viejos”.
“La mayoría de los microorganismos del aparato respiratorio aún son desconocidos para la ciencia. El proyecto y el consorcio microbioma humano solo han podido caracterizar algunos, debido a que existen millones de especies. La función que cumplen en el tejido es ecológica y beneficiosa para los seres humanos, en parte dilucidada, en parte por descifrar. Por eso hay más gérmenes que células nuestras en nuestro cuerpo. La mayoría de los coronavirus de pulmón aún no han sido identificados, solo 6 o 7″, explicó.
Luego, precisó: “La mayoría de los médicos vinimos con la idea de que en el pulmón no existen microorganismos porque el cultivo tradicional no los veía. Con la PCR vemos que hay millones y eso se llama viroma humano. Esto está en estudio más o menos desde 2008”.
Magister en psicoinmunoneuroendocrinología, cuestionó, principalmente, el uso del barbijo. “Cuando uno se lo pone, no está esterilizado, está lleno de gérmenes. La vía área se llama así porque tiene que pasar el aire. No poder respirar es un síntoma neurológico. Encima, cuando uno respira, el barbijo se humedece, y si se humedece, no sirve. Los niños en el colegio, pobrecitos, los obligan a llevarlo todo el tiempo que están ahí. Esos barbijos están llenos de gérmenes. Es un trapo contaminado en la boca”.
“Todos fuimos alguna vez al médico con algún catarro o alguna gripe, ¿cuándo el médico te atendió con un barbijo? Y sin saber qué era lo que vos tenías y con un consultorio lleno. No usa barbijo porque no se contagia. No importa la enfermedad que sea, su sistema inmune está fuerte”, dijo en diálogo con La Nueva.
“En mi familia no tuve ningún caso de coronavirus en un año, ni en el círculo de amistades. Lo único que puede llegar a tener es una PCR positiva detectando un virus que sea del viroma humano. En ningún lado se tomaron el trabajo de constatar si este fragmento de material genético ya existía de antemano en el viroma de pulmón”, relató.
“El sistema inmune que está fuerte, inmediatamente que ingresa un microorganismo peligroso, con su primera línea de defensa, lo disminuye y lo toman las células, quienes los incorporan y los matan. Se llaman presentadoras de antígenos profesionales, que destruyen. Las otras líneas de defensa fabrican anticuerpos, pero eso toma tiempo”, contó.
Por último sostuvo: “Ninguna epidemia ni pandemia registrada ha podido eliminar a la raza humana ya que siempre hay personas que están bien y que protegen a las demás”.
Este viernes, el presidente Alberto Fernández extendió el distanciamiento social hasta el 9 de abril y se esperan restricciones en los vuelos a los países más afectados. La Argentina, suma 2.185.747 casos de coronavirus. Las víctimas fatales ascienden a 53.578.
La vacuna contra el coronavirus
“¿Contra quién están haciendo a la vacuna? Si yo no tengo identificado el microorganismo al que se le atribuye la patología. Encima hay una ley que dice que no nos van a contar qué tienen las vacunas. He estudiado los ensayos de vacunas y la Sputnik tiene hechos los estudios en animales pero no se publican”, dijo la médica. Y sumó a su teoría: “Hace poco la OMS se fue a China a ver cuál era el animal que transmitió al hombre. Ese es un fenómeno que ocurre todo el tiempo, los animales están llenos de microorganismos, nosotros estamos llenos de microorganismos y cuando entramos en contacto intercambiamos figuritas”.
Aunque no está en contra de la aplicación de la inmunización, cuestionó el método. “Cada uno es libre de elegir. Lo que sí digo es que hay que informarle que está en fase 3, que le deben hacer firmar un consentimiento. Además, no son los tiempos de las vacunas porque todavía no inventaron la máquina del tiempo. Tenemos que ir observando cuáles son los efectos a corto, a mediano y a largo plazo. No puedo masivamente vacunar a todo el mundo de esta manera por una enfermedad que no tiene ni peligrosidad ni letalidad suficiente”, concluyó.
Fuente: tn.com.ar