En marzo comenzó un estudio que duró a seis meses y consistió en que participantes de edad promedio de 77 años reciban plasma de pacientes recuperados por coronavirus. Quien estuvo a cargo de la investigación fue el reconocido infectólogo Fernando Polack. .
En primer lugar, se conoció que el plasma en pacientes mayores de 65 años con cuadros leves tuvieron un 60% de eficacia a la hora de interrumpir la enfermedad. Es importante saber que el plasma tiene potencial al comienzo de la enfermedad, dentro del rango de las primeras 72 horas. Esto permite que se prevenga llegar a un cuadro severo. El tratamiento no sirve para pacientes que ya se encuentran hospitalizados o con respirador, sino aquellos que comenzaron a arrojar síntomas compatibles como tos y fiebre.
El 11% de los pacientes que recibieron plasma se enfermaron, mientras que los que recibieron placero fueron un total de 33%. En cuanto a cómo se consigue el plasma, 1 de cada 4 personas que padecieron el Covid-19 pueden donar. A su vez, de seis personas que se traten, se evita la enfermedad de una.
La palabra de Polack
“Bien hecha, esta estrategia llegará antes que la vacuna”, aseguró el infectólogo refiriéndose al tratamiento como una estrategia nacional sanitaria. Luego, agregó: “El plasma funciona si el donante tiene los anticuerpos suficientes. Funciona cuando es administrado antes de las 72 horas. Funciona para pacientes leves, no graves. Hay un tiempo donde se puede administrar y si no es demasiado tarde. Y funciona en pacientes de más de 65. Transforma al coronavirus en un catarro“.
A diferencia de las presuntas vacunas posibles que puedan combatir el coronavirus, este tratamiento consiste de una única dosis. Polack utilizó una metáfora para explicar cómo funciona la terapia. Hizo referencia a un ladrón en una habitación. El delincuente es el coronavirus y la habitación el organismo.
Fuente: radio Mitre
