Forman parte de los rubros más comprometidos por el aislamiento obligatorio debido a la imposibilidad de reabrir sus puertas incluso con medidas precautorias.
cargan con el pago de onerosos alquileres y escasas o nulas entradas de dinero.
“En una primera etapa, cuando todavía no se había decretado la cuarentena total, lo que hacíamos era tomar todas las precauciones y medidas necesarias para cuidar a todos, describen en el área
Daniel Llamas dueño de una casita en Villa Mitre dijo que abrieron en febrero y semanas después cerraron, no pudieron recuperar ni la inversión de apertura. La inquietud de saber si abrirán en noviembre o como afrontan pagos.
“la gente tendrá miedo, generar confianza de nuevo, costara mucho…”dijo en diálogo con Canal Siete