El presidente de Estados Unidos había dicho que la ciencia debía investigar la efectividad de una inyección con lavandina para combatir el COVID-19.
El Centro para el Control de Envenenamientos de Nueva York recibió unas 100 llamadas por intoxicación con productos desinfectantes en cuatro días, después de la “sugerencia” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de usar, ingerir o inyectarse estos productos para combatir el coronavirus. Su “idea”, que no está avalada por ningún estudio científico, se convirtió en un duro revés para muchos estadounidenses.
El 23 de abril, durante una conferencia en la Casa Blanca, Trump insinuó estudiar la posibilidad de una vacuna de productos de limpieza para combatir el virus, dejando atónita a la comunidad científica.
Ese día, el Centro de Nueva York recibió 21 llamadas que fueron relacionadas con el contacto con lavandina y once con otros desinfectantes, lo que contrasta con el total de seis llamadas para esa fecha el año pasado.
Las llamadas aumentaron el 24, registrándose 23 casos. Además, un total de 16 comunicaciones de emergencia fueron en relación con el envenenamiento con otros desinfectantes que no se especifican.
El mandatario se defendió de la polémica generada alegando que se trató “de una broma”.
El 25 y 26 de abril, tras el rechazo de la comunidad científica y de los fabricantes de productos de limpieza a la sugerencia de Trump, se reflejó una reducción en los casos, con 16 y cinco llamados.
Fuente: TN
Esta entrada ha sido publicada el 29 de abril, 2020 08:58
Deja un Comentario