Pertenecen al Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), que depende del Conicet y de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia.
Uno de los mayores problemas que el coronavirus provoca en su arrasador paso por el mundo es la saturación de los sistemas de salud, y la consecuente falta de insumos para atender a los casos más graves. Los respiradores, en particular,se transformaron en un bien codiciado y decisivo a la hora de salvar vidas.
Frente a este panorama, expertos del Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), ubicado en la ciudad de La Plata, se enfocaron en desarrollar un modelo no invasivo y de bajo costo que actualmente no se consigue en el mercado internacional.
Cuando empezó la pandemia, el cuerpo de ingeniería del instituto, que depende del Conicet y de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia (CIC) del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, se dedicó a investigar sobre los faltantes en el área sanitaria. “Notamos que no había ventiladores mecánicos no invasivos en todo el sistema de salud del país”, contó Gustavo Romero, Doctor en Física de la sede del Conicet de La Plata y director del IAR a TN.com.ar.
El tipo de respirador que fabricaron se utiliza para asistir a pacientes de complejidad intermedia, sin intubación. “Es para quienes necesitan mayores cuidados que los que brinda una mascarilla de oxígeno simple, pero que aún no requieren de los equipos más grandes, que son los más caros y para pacientes que están en una situación gravísima”, explicó Romero.
“Hay muy pocos aparatos de tecnología intermedia, porque ahora desaparecieron completamente del mercado internacional y en la Argentina no se fabrican”, agregó.
Para el desarrollo del artefacto trabajó un equipo de 21 expertos, compuesto por investigadores científicos del Conicet, ingenieros y técnicos del IAR y de la Universidad Nacional de La Plata.
“Contamos con el asesoramiento permanente del ministerio de Salud y con fondos del Conicet para el desarrollo. Ahora resta la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT)”, explicó el doctor sobre los pasos a seguir para una próxima fabricación a mayor escala. “El objetivo es que esté óptimo en 60 días“, puntualizó.
Los respiradores
El modelo de ventilador de asistencia mecánica fabricado por el IAR contiene un microprocesador que regula las funciones que tienen que ver con la temperatura del aire que recibe el paciente y el ritmo de respiración, entre otras.
Lo que se coloca al paciente es una mascarilla con la cánula que se conecta al aparato y, según el caso, también un casco, de estética y apariencia similar al que utilizan los astronautas. “Permite controlar más el espacio en el que respira el paciente, porque crea un ambiente exclusivo de aire limpio. Elimina cualquier posibilidad de contagios”, detalló Romero.
Para el desarrollo, utilizaron la tecnología inteligente que habitualmente aplican para el control de las naves espaciales. “Armamos un ventilador que no hay en el país, con herramientas electrónicas que sí se consiguen”.
Fuente: tn.com.ar