Entre el 16 y el 17 de septiembre de 1999 tuvo lugar un asalto frustrado en la sucursal del Banco Nación en la localidad bonaerense de Villa Ramallo que terminó con un terrible tiroteo y dos rehenes y dos ladrones muertos bajo las balas de la Policía bonaerense. Al caso se lo conoce desde entonces como “la Masacre de Ramallo”. A casi 25 años del hecho, la Corte Suprema de Justicia condenó a la Provincia de Buenos Aires a pagar más de 500 millones de pesos en concepto de indemnizaciones a la única rehén sobreviviente, Flora Lacave, y a la familia de uno de los fallecidos.
Lacave es la viuda del gerente del Nación de Ramallo, Carlos Chaves, que fue asesinado junto al contador Carlos Santillán durante el fallido intento de fuga por parte de los delincuentes. En el automóvil con que intentaron huir, el Volkswagen Polo verde propiedad de Chaves, iban seis personas: tres ladrones, el mismo Chaves, Santillán y Lacave.
Solo sobrevivieron a los 48 impactos de bala que recibió el auto Flora Lacave y dos delincuentes, aunque uno de ellos fue “suicidado” al día siguiente en su celda.
Demandas
La Corte dispuso “hacer lugar a la demanda seguida por Flora Beatriz Lacave” y sus cuatro hijos, Beatriz, Cecilia, Daniela y Carlos Gabriel. El resarcimiento, según resolvió la Corte con las firmas de Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y la conjueza Rocío Alcalá trepará a $ 407.082.000 más intereses a computar desde el año 2005.
En la otra causa, la Corte también ordenó indemnizar a Liliana María Perret, viuda de Santillán, y a sus dos hijos. La condena recayó en la provincia de Buenos Aires y en dos de los tres efectivos que dispararon contra Santillán. La cifra indemnizatoria en este caso alcanza la suma de $ 167.216.000 más los intereses.