mpulsada por Gisela Caputo y Adrián Jourglard, la Comisión Zonal de Medio Ambiente vuelve a tener protagonismo tras el desastre climático. El objetivo: incorporar una mirada ambiental transversal a todas las decisiones públicas.
En un contexto marcado por las consecuencias del cambio climático, el Concejo Deliberante de Bahía Blanca busca retomar una herramienta clave para el análisis de políticas públicas: la Comisión Zonal de Medio Ambiente. Creada por ordenanza en 2004, esta comisión vuelve al centro de la escena con una misión urgente: asegurar que cada proyecto legislativo sea evaluado desde una perspectiva ambiental.
“Esta comisión está integrada por profesionales de distintas disciplinas: técnicos, ingenieros, arquitectos, funcionarios, universidades, colegios profesionales, agrupaciones ambientalistas y vecinos comprometidos con el ambiente. Su función es brindar asesoramiento técnico y fundado a los concejales cada vez que se trate un tema que pueda impactar en el entorno”, explicó la concejal Gisela Caputo, una de las impulsoras de su reactivación junto al presidente de la comisión, Adrián Jouglard.
El relanzamiento de este espacio cobra fuerza luego del desastre climático que afectó a la ciudad en marzo. “Lo que nos pasó no es un hecho aislado. Es el resultado de malas decisiones acumuladas y de un cambio climático que ya está entre nosotros. Por eso es clave que todos los proyectos que se discuten en el Concejo, desde aperturas de calles, localización de estaciones de servicio, forestación, obras públicas, hasta intervenciones en espacios verdes, cuenten con asesoramiento profesional”, remarcó Caputo.
Una de las discusiones urgentes que se plantean es la intervención sobre el arroyo Napostá: si entubar o no el curso de agua. “Estos temas requieren debates serios, técnicos, con datos. Y esa es la función que tiene esta comisión: brindar información y análisis para tomar mejores decisiones”, señaló la concejala.
Además del trabajo que ya viene realizando el Ejecutivo a través de la mesa de crisis ambiental, desde el Concejo también se busca una participación activa y sostenida. “No nos podemos limitar a lo inmediato. Necesitamos una mirada ambiental transversal, que atraviese todos los temas, porque ya no se puede seguir legislando sin tener en cuenta el impacto ambiental de cada decisión”, concluyó Caputo.
