Este jueves a las 19, en Zelarrayán 560, se presentará el libro que recorre la historia del gran director de orquesta Osvaldo Pugliese y los cantores que dejaron huella en su obra. Entrada libre y gratuita.
“Pugliese y sus cantores” es mucho más que un libro de tango. Es una obra que rinde tributo a un artista íntegro, comprometido con su arte y con su tiempo. El trabajo, impulsado por el gestor cultural José Valle, forma parte de una saga que comenzó con “Troilo y sus cantores” y que busca rescatar la esencia de los grandes directores de orquesta a través de las voces que los acompañaron.
“Cada cantor le aportaba algo único. La idea es contar cómo esa impronta personal transformaba la obra del director”, explica Valle. Pero cuando se habla de Pugliese, la historia trasciende lo estrictamente musical. Comunista convencido, solidario, honesto y coherente con sus principios, lideró una orquesta que funcionó durante 56 años como cooperativa. “Ganaban por mérito. A veces, el cantor ganaba más que el director. Eso lo contaba Alberto Morán”, recuerda Valle.
Entre anécdotas y memorias, Valle traza el retrato de un hombre entrañable: “Hace muchos años, en una pizzería de Mataderos, Alfredo Belusi me dijo: ‘Pugliese es el abuelo que todos quisiéramos tener’. Con el tiempo entendí que tenía razón. Era un tipo noble, tierno. Su único vicio era el dulce de leche”.
La presentación se realizará en la sede de la Cooperativa Obrera, Zelarrayán 560, a las 19 horas. “No es casual el lugar. Él fue cooperativista toda su vida y queríamos que esta obra se presentara donde pudiera sentirse su espíritu”, señala el organizador.
El diseño de tapa, a cargo del fileteador bahiense Sergio Graso, también aporta identidad local al proyecto: “Queríamos que el libro tenga esa impronta 100% vallense. Lo único no local es el prólogo, escrito por Sonia Ursini, pianista, cantante y miembro de la Academia Nacional del Tango. Ella representa ese cruce entre música e historia que queríamos destacar”.
La entrada será libre y gratuita. En la puerta, los asistentes podrán encontrarse con una imagen del Maestro Pugliese que decora ese espacio desde hace años. Una señal más de que su legado, en Bahía Blanca, sigue vivo.
