Las empresas de transporte urbano aún no logran recuperar su flota completa tras el desastre climático. Las demoras, recorridos alterados y calles intransitables afectan a los usuarios.
A un mes del temporal que sacudió a Bahía Blanca, el sistema de transporte público todavía no logra volver a la normalidad. Según un relevamiento realizado por la Comisión de Usuarios Testigos, actualmente el servicio funciona a un 85% de su capacidad, con casi 30 unidades fuera de circulación.
“Las empresas nos explicaron que, entre San Gabriel, Fournier y SAPEM, perdieron en total 29 colectivos. Algunos tienen daños eléctricos, otros de motor. Reparar uno cuesta entre 15 y 20 millones de pesos”, detalló Cecilia Metlicich, integrante de la comisión. Hasta el momento, ninguna de esas unidades está siendo reparada, y los refuerzos provienen de colectivos de reserva que solían usarse para cubrir fallas ocasionales.
Si bien las frecuencias intentan mantenerse estables, los usuarios perciben demoras. “En algunos casos hay que esperar un poco más”, reconoció Metlicich. Durante las semanas más críticas, las quejas más frecuentes estuvieron relacionadas con los trasbordos en zonas afectadas por los puentes Bailey. “Había gente que debía cruzar a pie y esperar del otro lado, sin saber si el colectivo iba a pasar”, señaló.
Actualmente, algunas líneas ya retomaron sus recorridos por calles como Tucumán y Terrada, lo que alivió el sistema. Sin embargo, no todas las rutas están operativas. La línea 17, por ejemplo, no llega a Espora en determinados horarios porque las calles siguen intransitables. En otros casos, como la 506 o la 519A, los recorridos siguen interrumpidos o acortados.
La limpieza urbana también es un desafío. Las unidades se traban en el barro, los frenos se dañan y hay neumáticos rotos por pozos que no se ven hasta que ya es tarde. “Es lo mismo que nos pasa con los autos. Hay lugares donde no se puede circular con seguridad”, agregó la referente de la comisión.
Mientras tanto, los colectivos que no cruzan los canales, como las líneas 502, 5033, 505 y 500— mantienen recorridos habituales, aunque con cierta demora por la falta de unidades.
La normalización completa del servicio depende también de la reparación de los puentes, una de las prioridades para recuperar la conectividad y el flujo de colectivos en varios barrios.
“El sistema está funcionando, pero con esfuerzo. Y los vecinos lo sienten. Aún falta para volver al ritmo previo al temporal”, concluyó Metlicich.
