Desde hace dos años, los vecinos del barrio 5 de Abril denuncian un problema de desborde cloacal que los afecta gravemente. La situación, que ya era crítica, se agravó con la inundación del 7 de marzo. Aguas servidas, olores insoportables, humedad permanente y riesgo sanitario son parte del día a día de los habitantes de la zona, quienes aseguran no recibir respuestas concretas por parte de las autoridades.
Estela, una de las vecinas afectadas, describe el panorama con indignación: “Para mí es un asco. No tenés vida propia, no podés abrir una ventana para ventilar. Esto no viene solamente del temporal, esto viene de hace dos años. Y no es agua limpia, es todo cloaca. Acá hay personas con problemas del corazón, hay chicos con discapacidad, y nadie hace nada”.
El problema principal, según explican, se encuentra en un pedazo de cemento que obstruye el ramal cloacal del sector. “Si no lo rompen, esto no se soluciona. Ahora están trabajando porque los mandaron, pero después se van y vuelve a desbordar. Ya pasó antes”, agrega Estela, quien también menciona el impacto económico del problema: “El hombre de la panadería tuvo que cerrar. No podía pasar la gente, el olor es insoportable”.
El riesgo sanitario es alarmante. Claudia, otra vecina, relata su experiencia: “Tengo asma, hace tres días salí del hospital por una crisis. Este olor me hace mal. Tenemos bebés, chicos chiquitos en la cuadra, gente enferma. Los mosquitos, las moscas, el dengue… Nos dicen que nos cuidemos, pero ¿cómo hacemos con todo esto? Si te pica un mosquito, terminás en el hospital y si pica un bebé, también”.
Ante la falta de respuestas, los vecinos ayer por la noche decidieron cortar la ruta como medida de protesta. “Cortamos la ruta para hacernos notar. Sé que molesta, pero tienen que entender nuestra situación”, explica Estela. En ese contexto, se presentó un delegado municipal, quien prometió enviar una cuadrilla a cambio de levantar el piquete. “La cuadrilla llegó, pero el miedo es que estén solo por hoy y después no vuelvan. Nos cansamos de promesas”, señala Claudia.
Otro de los problemas graves es el robo de tapas de cloacas. “Las venden como chatarra. Un hombre nos dijo que las mismas personas de ABSA las venden. Imaginate que un chico cae ahí… es un peligro tremendo”, denuncia Estela.
“Los políticos aparecen cuando necesitan votos. Yo le dije al delegado: ‘Pasen por Beruti e Islas Orcadas, vean cómo vivimos’. La señora de la panadería se descompensó anoche en el piquete y hoy está en el hospital. ¿Hasta cuándo?”, reclama Claudia.
A la espera de una solución real, los vecinos piden que al menos se envíe material para mejorar las calles. “Si no arreglan la cloaca, al menos que manden un camión con piedras para calmar un poco la situación. Todo esto es agua servida y queda estancada. Si vuelve a llover, volvemos a lo mismo”, advierte Estela.
Mientras tanto, la incertidumbre sigue latente. La presencia de ABSA en el lugar genera dudas entre los vecinos, quienes temen que se trate solo de una medida momentánea para calmar los ánimos. “Esperamos una respuesta real. Anoche no vino nadie, y hoy estamos otra vez en lo mismo”, concluyen con resignación.
Esta entrada ha sido publicada el 1 de abril, 2025 13:02
Deja un Comentario