Expertos en salud advierten sobre los riesgos respiratorios y las medidas preventivas necesarias para evitar complicaciones. El Dr. Jorge Draghi, neumonólogo, destaca la importancia de ventilar adecuadamente las viviendas antes de iniciar cualquier reparación o pintura, ya que la humedad puede afectar especialmente a personas con asma, enfermedades obstructivas o condiciones reumáticas.
El exceso de humedad en las casas no desaparece de un día para otro, lo que puede agravar enfermedades respiratorias crónicas. “Es fundamental permitir que las casas se sequen antes de intervenir con pintura, ya que esto podría impedir una correcta evaporación de la humedad”, explica el especialista. Además, el polvo en suspensión representa otro peligro, ya que no solo contiene tierra, sino también esporas y otras partículas que pueden ser agresivas para la salud. Para mitigar estos efectos, el uso de barbijo se recomienda nuevamente, especialmente en zonas con alta concentración de polvo y escombros.
El Dr. Draghi también hace hincapié en la importancia de mantener al día el esquema de vacunación. Además de la vacuna antigripal y la neumocócica, es esencial que la población revise su libreta de vacunación para asegurarse de contar con la doble adultos y la doble niños, que protegen contra enfermedades como la hepatitis y el tétanos. En contextos de emergencia, incluso los cortes más pequeños pueden representar un riesgo de infección.
Otro punto fundamental es la manipulación segura de los alimentos, especialmente las verduras. “Deben ser lavadas con el mismo cuidado que en tiempos de COVID-19”, señala Draghi. En cuanto al agua potable, las autoridades mantienen que el suministro en Bahía Blanca es seguro, pero para quienes deseen extremar precauciones, se recomienda agregar dos gotas de lavandina por litro de agua. Asimismo, el lavado frecuente de manos con agua y jabón sigue siendo una medida esencial para prevenir enfermedades.
Con el retorno de los niños a las escuelas, el especialista subraya la necesidad de verificar que los menores tengan su esquema de vacunación completo, incluyendo el refuerzo contra el sarampión. “Si un niño se ha pasado un año sin recibir la dosis correspondiente, igual se le debe vacunar”, indica. Además, recuerda que las enfermedades virales se transmiten con facilidad en los entornos escolares, por lo que la higiene y la prevención deben ser prioritarias.
