A medida que Bahía Blanca intenta retomar la normalidad tras la histórica inundación, el transporte público de pasajeros vuelve a operar casi con normalidad. Según informó el subsecretario de Movilidad Urbana, Fabián Lliteras, “hoy salimos ya con el recorrido habitual, en la medida en que la ciudad comienza a funcionar en esta nueva normalidad”.
Recorridos y modificaciones
Si bien la mayoría de las líneas retomaron sus trayectos habituales, aún hay algunas excepciones. La línea 506 sigue interrumpida, mientras que las 514, 519 y 519A realizan trasbordos en el puente Colón debido a la imposibilidad de cruzar los puentes afectados. Además, hay modificaciones en otros sectores de la ciudad, que han sido informadas a los usuarios a través de la página oficial del servicio.
En cuanto a la extensión horaria, se mantuvo un esquema flexible para garantizar que los trabajadores pudieran llegar a sus empleos y regresar a sus hogares con tranquilidad.
“Los usuarios han demostrado un gran nivel de comprensión frente a lo que nos ha sucedido en Bahía Blanca”, destacó Lliteras.
El temporal dejó su huella en la flota de transporte público. Durante la inundación, unas 100 unidades estuvieron operativas en la ciudad, pero muchas sufrieron deterioro debido al agua, el barro y el polvillo acumulado.
Una de las empresas más afectadas fue Rastreador Fournier, cuyo depósito en Necochea quedó bajo un metro y medio de agua, dañando varios vehículos. A pesar de los esfuerzos de las compañías para recuperar las unidades, algunas deben ser retiradas del servicio por un día para ser revisadas y asegurarse de que puedan continuar funcionando con normalidad.
“Las empresas están trabajando fuertemente para recuperar la totalidad de los vehículos, pero hay que comprender que muchas unidades deben ser revisadas después de cada jornada”, explicó Lliteras.
Chóferes afectados y servicio en recuperación
Además del impacto en la flota, muchos trabajadores del transporte también sufrieron pérdidas en sus hogares, lo que afecta la operatividad del servicio. “Muchos chóferes viven en White, en Cerri o en otras zonas afectadas. El 70% de la población sufrió consecuencias por la inundación”, detalló Lliteras.
A pesar de estos desafíos, el sistema de transporte público se encuentra en plena recuperación y funciona prácticamente con normalidad, aunque con algunos ajustes en los recorridos. Desde el municipio piden paciencia a los usuarios, ya que pueden ocurrir cortes imprevistos debido a las tareas de limpieza en la ciudad.
