Después de la devastadora inundación que golpeó a Bahía Blanca, los comerciantes de la calle Alsina al 200 intentan retomar la actividad. Para atraer a los clientes, algunos decidieron sacar la mercadería a la vereda, logrando que el público vuelva a acercarse a los negocios.
“Nadie entraba al local. Una vez que sacamos los percheros, la gente empezó a acercarse y comenzó a comprar”, cuenta la encargada de un comercio de indumentaria.
Ropa en oferta y solidaridad con los damnificados
El local sufrió pérdidas significativas, pero los dueños decidieron no vender la ropa que estuvo bajo el agua. “La lavamos y la donamos. Lo que quedó a la venta son talles continuos que no fueron afectados”, aclara.
Otros comercios de la zona tomaron medidas similares. “Muchos han puesto en condiciones algunas prendas y las ofrecen a precios mucho más bajos”.
El impacto del agua y el barro dejó las calles intransitables por varios días, lo que generó una imagen de abandono. “La gente creía que los locales seguían cerrados o que no se podía entrar”, explica la comerciante.
Con la apertura de los negocios y los descuentos, el panorama cambió. “Las ventas están impecables. La gente viene porque hay buenos precios y tenemos todos los medios de pago”.

Descuentos inéditos para acelerar las ventas
Los precios han bajado considerablemente, especialmente en los productos que fueron afectados por el agua. “Lo que tuvo contacto con la inundación se vende casi al costo, a precios que no existen en el mercado”, explica la comerciante.
Algunos ejemplos de las ofertas actuales:
- Sandalias: $40.000
- Botas: $50.000 (antes costaban entre $110.000 y $120.000)
- Zapatillas intactas: $70.000 (antes valían $135.000)
El público responde y colabora
Esta estrategia de ofrecer productos con fuertes descuentos en la calle se ha convertido en una solución temporal para los comerciantes, quienes buscan reponerse de las pérdidas y continuar con sus negocios en un contexto complicado.
