A días de la inundación que afectó a Bahía Blanca, los vecinos del barrio Rucci aún enfrentan serias dificultades. Aunque la municipalidad comenzó a trabajar con bombas para desagotar el agua acumulada, la falta de electricidad impide el funcionamiento constante de los equipos, lo que agrava la situación.
“Los primeros dos o tres días fueron tremendos, sin luz y sin agua”, relataron Angie y Antonella, vecinas del barrio. “Ahora necesitamos que vuelva la luz sí o sí. Hay familias con niños, personas mayores y vecinos que dependen de insulina. Es una urgencia”.
Los vecinos han recurrido a generadores para poner en funcionamiento las bombas de desagüe, pero el recurso es limitado. “No se puede tener un generador encendido las 24 horas porque se rompe”, explicaron.
Cada acceso del barrio cuenta con una bomba, pero sin electricidad, el drenaje del agua se vuelve intermitente. “Entre los vecinos nos hemos arreglado como pudimos, pero es insostenible. Necesitamos que la luz vuelva para que las bombas puedan trabajar sin interrupciones”.
A esto se suma el problema de la basura. “No están pasando los recolectores y se acumula todo. Se llena de gusanos, el olor es insoportable y los mosquitos son un desastre. Necesitamos que al menos traigan un contenedor por día”.
Falta de respuestas y temor por los medidores
Otro punto crítico es la incertidumbre sobre el estado de los medidores eléctricos, que quedaron bajo el agua. “Nosotros seguimos vaciando los sótanos con las bombas, pero nadie nos dice si esto servirá. No sabemos si estamos haciendo un trabajo en vano”.
Mientras tanto, los vecinos esperan respuestas de la empresa Edes para determinar si el sistema eléctrico podrá restablecerse sin riesgos. Además, la alta presencia de agua en las napas subterráneas mantiene la zona en estado de emergencia.
“El agua sigue brotando, la napa no va a bajar pronto y sin luz la bomba no puede trabajar sola. Es muy difícil coordinar todo sin ayuda”, concluyeron las vecinas.
