A una semana de la inundación que afectó gravemente a Bahía Blanca, el Hospital Penna continúa reorganizándose para retomar sus funciones esenciales. Según explicó su director, Jorge Moyano, la institución no está realizando internaciones de alta complejidad en neonatología ni terapia intensiva, derivando esos casos a otros hospitales de la ciudad y de la provincia.
Actualmente, el hospital trabaja en red con otros efectores de salud y cuenta con 10 móviles de emergencias apostados en su ingreso, encargados del traslado de pacientes. Además, se mantiene operativo el sistema prehospitalario del Servicio de Emergencias Médicas de la Provincia de Buenos Aires (SIEMPRE), que atiende las demandas de la comunidad.
Las pérdidas materiales han sido significativas. Moyano confirmó que “toda la aparatología de alta complejidad del subsuelo se perdió completamente”, aunque el resonador logró ser rescatado y se trabaja para su puesta en funcionamiento. A pesar del impacto, las autoridades hospitalarias se enfocan en la reconstrucción y normalización del servicio.
El gobernador de la provincia se comprometió a destinar $22.000 millones para la reconstrucción del hospital y la puesta en marcha de áreas que ya requerían mejoras antes del desastre. En paralelo, el plan de recuperación contempla tres etapas: la primera, la reactivación de prestaciones básicas de terapia intensiva; la segunda, la recuperación de quirófanos para atenciones mínimas; y, por último, la vuelta de la internación neonatal y materna.
El trabajo de recuperación ha movilizado a numerosos equipos. “Tenemos al menos 200 personas de infraestructura trabajando desde la semana pasada y otras 200 llegarán en los próximos días”, detalló Moyano. También han colaborado directores provinciales de distintas áreas, como infancia y maternidad, salud mental e infraestructura, además del jefe de gabinete de la Dirección Provincial de Hospitales.
En cuanto a la atención a la comunidad, el hospital ha implementado canales de comunicación para pacientes que dependen del centro para sus tratamientos. “Nuestra farmacia sigue entregando medicación y ayer se realizaron 300 dispensas, especialmente para quienes tienen padecimientos de salud mental”, aseguró el director. Asimismo, se refuerzan las vías de contacto para garantizar la continuidad de los tratamientos.
Moyano cerró con un mensaje de gratitud hacia la comunidad, destacando el impacto que tuvo la inundación en la ciudad y la importancia del esfuerzo colectivo en la recuperación: “Así como fuimos un símbolo del desastre, ahora queremos ser un símbolo de la reconstrucción. Este gigante que quedó bajo el agua hoy empieza poco a poco a levantarse, gracias al trabajo y la solidaridad de toda la comunidad”.
