Luego del impacto de las inundaciones en Bahía Blanca, la Escuela 11 comenzó a recibir nuevamente a algunos estudiantes en un intento por recuperar la normalidad. La directora del establecimiento, María Schiebelbein, destacó que el retorno se está llevando adelante con precaución, priorizando la seguridad y el bienestar tanto de los alumnos como del personal docente.
“La idea es que los chicos puedan empezar a transitar espacios de normalidad, siempre asegurando que la escuela esté en condiciones seguras y desinfectada”, explicó Schiebelbein. Para ello, el establecimiento recibió una cuadrilla enviada por la provincia, encargada de limpiar y acondicionar las instalaciones. Además, la escuela fue inspeccionada por arquitectos e ingenieros que garantizaron su seguridad estructural.
A pesar de que el edificio no sufrió daños severos, sí se registraron filtraciones de agua por el techo. Sin embargo, la infraestructura fue revisada y se confirmó que está apta para el regreso progresivo de los estudiantes.
El desafío más grande, según la directora, es el estado anímico de la comunidad educativa. “Muchos docentes perdieron muchas cosas en sus hogares y están tratando de restablecer sus vidas“, comentó. Aun así, un grupo de maestros junto con el equipo de orientación y la bibliotecaria han estado trabajando con los alumnos que pudieron acercarse a la escuela.
El proceso de retorno no solo implica clases, sino también contención emocional. “Lo primero es generar un espacio de reflexión para que los chicos puedan contar lo que vivieron y cómo van evolucionando en su día a día”, explicó Schiebelbein. En este sentido, se busca que la escuela funcione como un primer nexo entre la comunidad y las familias afectadas, ofreciendo acompañamiento y apoyo.
No todos los alumnos han podido regresar. “Tenemos muchos estudiantes que viven del otro lado del canal y no pueden venir porque sus barrios siguen anegados”, señaló la directora. Sin embargo, el objetivo es que, poco a poco, la ciudad y su comunidad educativa puedan rearmarse y recuperar la rutina escolar en un entorno seguro y de contención.
