Los comerciantes de la Galería Visión como tantos vecinos en Bahía Blanca atraviesan una situación crítica tras las intensas lluvias que provocaron una severa inundación en la zona. Los locales sufrieron importantes daños materiales, lo que ha puesto en riesgo la continuidad de numerosos emprendimientos.
“Esto es algo muy triste para nosotros, los comerciantes emprendedores. Las pérdidas han sido enormes, el agua nos llegó hasta lo más alto y la corriente se llevó todo. Sin embargo, estamos intentando salir adelante, aunque es difícil”, expresó una de las afectadas.
A pesar del panorama desalentador, los comerciantes han recibido ayuda para limpiar y reorganizar sus locales. “Esto estuvo tres veces repleto de mercadería y nos han ayudado mucho. Se llevaron todo, pero estamos limpiando de a poco. Hay que seguir adelante”, agregó otra comerciante, quien destacó la solidaridad de la comunidad.
El impacto económico es significativo, ya que para muchos este negocio es su única fuente de ingresos. “Debemos hacer todo para que el negocio vuelva a funcionar. Aquí hubo una pérdida muy importante, pero estamos trabajando para levantarnos y no perder nuestra fuente de trabajo“, afirmó otro comerciante.
Las pérdidas no solo afectaron a los locales, sino también a los propios trabajadores, quienes también sufrieron daños en sus hogares. “Perdí el techo de mi casa cuando fue el temporal. Nunca imaginé vivir algo así en Bahía Blanca. Es increíble, pero tenemos que poner la mejor actitud para salir adelante”, comentó un empleado del sector.
La solidaridad ha sido clave en este proceso de recuperación. Muchos comerciantes han organizado donaciones y ayuda para los sectores más afectados. “Hay mucha necesidad en algunos barrios y tratamos de ayudar en lo que podemos. En mi caso, vine a comprar mercadería para llevarle a unas chicas que lo perdieron todo”, explicó una comerciante que, además de enfrentar sus propias pérdidas, busca ayudar a los demás.
La comunidad también ha desempeñado un papel fundamental en la recuperación de la galería. “Los clientes, los amigos, todos nos dieron una mano para reacomodarnos y volver a salir adelante. Nosotros también queremos aportar, ofreciendo precios accesibles para que la gente pueda reponerse“, mencionó otro afectado.
Las autoridades y organizaciones de ayuda también se hicieron presentes en el lugar. “En nuestro depósito el agua lo cubrió todo, pero gracias a las bombas y la ayuda de la gente pudimos accionar rápidamente. Defensa Civil, el Ejército y muchos vecinos se unieron para ayudarnos”, explicaron los comerciantes.
Aunque la reconstrucción tomará tiempo, los afectados destacan la importancia del trabajo en equipo y la solidaridad. “Cada caso es particular, pero lo que mantiene a la gente con ánimo es el lazo con los vecinos. Ayudarnos entre todos es fundamental”, concluyeron.

El administrador de la galería, en tanto, describió la magnitud del desastre: “Barro por todos lados, todo roto, y gente usurpando, rapiñando. Las pérdidas son totales en todos los comercios, al menos en un 80 o 90%. La ropa ya no sirve, algunos pudieron rescatar algo de bijouterie, pero también hubo saqueos. Todo esto es una locura”.
Señaló también el nivel del agua que alcanzó un metro de altura y los problemas estructurales que dejó la inundación. “Algunos vidrios se rompieron, pero otros están empezando a ser reemplazados. La transformadora eléctrica está en el sótano, donde quedaron atrapados entre 80 y 100 autos, aunque podría haber más. El ejército está trabajando en el rescate”, explicó.
