Hospital Privado del Sur: esfuerzo y solidaridad tras la inundación

La reciente inundación que azotó Bahía Blanca dejó graves daños en distintos hospitales. El Hospital Privado del Sur, tuvo mucho ingreso de agua, pero no se registraron víctimas fatales. Según el flamante director del hospital, el doctor Sergio Mendoza, la situación fue extrema y sin precedentes. “Esto fue algo que nunca imaginamos que podía pasar. Lo único que tenemos que agradecer es que no hubo fallecidos. Se trasladó a tiempo a quienes necesitaban oxígeno, terapia intensiva y otros cuidados urgentes”, afirmó.

Ana María Ríos, vicedirectora del hospital, describió la magnitud de los daños: “El agua llegó a un metro y medio en la planta baja y afectó todos los sótanos, donde están las instalaciones eléctricas y la subestación del hospital. Entraron litros y litros de agua al subsuelo, afectando gravemente el sistema eléctrico”. Ante la emergencia, los pacientes fueron reubicados en los pisos superiores, y aquellos con necesidades críticas fueron trasladados a otros centros de salud.

Actualmente, el hospital se encuentra en plena tarea de limpieza y recuperación. “Sacamos el agua, pero ahora queda el barro. Todo el personal, desde médicos hasta administrativos, está poniendo el hombro para restablecer la operatividad“, explicó Ríos.

La dificultad no solo radica en la magnitud de los daños, sino también en la falta de recursos. “Los camiones de desagote están colapsados, y debemos economizar el agua que tenemos en reserva. Necesitamos ser proactivos para restablecer el servicio lo antes posible”, agregó Mendoza.

El compromiso del personal ha sido clave en este proceso. “Todos están colaborando: médicos, anestesiólogos, cirujanos, enfermeras, mucamas. Eso es lo positivo dentro de toda esta situación“, destacó Mendoza. A pesar de que aún no se han podido cuantificar las pérdidas totales, el hospital sigue funcionando gracias al esfuerzo colectivo.

El Hospital Privado del Sur, una de las principales maternidades de la ciudad, sigue sin poder recibir nuevos pacientes debido a la falta de suministro eléctrico. “Necesitamos grupos electrógenos, agua y velas. Si alguien puede colaborar, será fundamental para que podamos seguir atendiendo a la comunidad”, pidió Ríos.